EL YUAN Y SU CONVERSION EN MONEDA DE RESERVA. Cuidado con lo que deseas 點石成金
Los primeros días del año 2016 vinieron acompañados por serios problemas de bolsa. Entre ellos se señala a China y el mercado de Shanghái. Para un lector que desconoce cuándo y cómo se abrió el mercado de Shanghái y sobre todo las razones de hacerlo, no queda claro si lo que hay es un colapso de la economía del país o una guerra cambiaria donde China ha decidido debilitar al dólar, sobre todo si lee los periódicos anglosajones. En realidad, China crece a 6.9%, de las tasas más altas del mundo seguida por Bolivia y está intentando entrar a jugar en las grandes ligas comenzando por internacionalizar el Yuan.
Con este fin, desde 2009 se establecieron ventanillas alrededor del mundo que operan en yuanes. El Consejo Atlántico dice “La internacionalización de divisas importantes tiende a seguir un proceso evolutivo en el cual una moneda se desarrolla de ser simplemente un instrumento para la facturación y el comercio, a un medio de inversión, y tarde o temprano componente de las reservas de los bancos centrales.” Así, lo que siguió al paso de convertirla en moneda de comercio fue transformarla en un medio de inversión a través de la liberalización del yuan en el mercado offshore. Como moneda de comercio, el Yuan pasó de representar el 7% del comercio asiático con China en el 2012 a ser el 37% en el 2015, según SWIFT. Se usa en 37% de los pagos comerciales desde los Estados Unidos y 33% desde Europa. Es la segunda moneda más usada en financiamiento del comercio y la quinta en financiamiento de la inversión al 2015. Sesenta bancos centrales ya tienen renminbis en sus reservas internacionales.