En los meses recientes, ha habido una gran cantidad de movimientos dentro del BRICS. Rusia y China firmaron una alianza para el suministro de gas natural por 400 mil millones dólares a 30 años, asimismo, forjaron un swap bilateral para hacer frente a la volatilidad del dólar, y anunciaron planes para crear un nuevo sistema de calificación de crédito para hacer frente a las agencias occidentales. Del otro lado, China está diversificando gradualmente su exposición al dólar de Estados Unidos, China y Brasil finalizaron un canje de la moneda local, y los líderes del grupo de las naciones se reunieron por sexta cumbre anual de BRICS en Brasil.
La VI Cumbre del BRICS produjo algunos resultados importantes, el establecimiento formal del Nuevo Banco de Desarrollo después de más de un año de negociaciones especulativas. Esto es verdaderamente un esfuerzo de grupo, el banco tendrá su sede en Shanghai, su primer presidente será de la India, junto con su primer presidente de Brasil. El banco está programado para alcanzar el equivalente a 100 mil millones de dólares de capital, que se utilizarán para proyectos de desarrollo e infraestructura del BRICS.
Debido a su autonomía creciente, las perspectivas a largo plazo son positivas para el BRICS y otras economías emergentes que, inevitablemente, están realizando enormes esfuerzos para alcanzar un ritmo crecimiento sostenible y reducir su dependencia. Si sus miembros comienzan a actuar más como un conglomerado y menos como naciones individuales, esto podría convertirse en una fuerza global que ya aglutina aproximadamente 20% del PIB mundial, más de 40% de la población mundial, más de 10% de la inversión global de capital, y cerca de 17% del comercio mundial.