Shanghái y Hong Kong: la nueva dupla bursátil
Ariel Noyola Rodríguez/Observatorio Económico de América Latina.
En materia de finanzas, la Gran Muralla China se transformó radicalmente el lunes 17 de noviembre toda vez que se ha acelerado el proceso de apertura de la cuenta de capital: las bolsas de valores de Shanghái y Hong Kong, vincularon sus operaciones mediante un nuevo programa denominado «Stock Connect». Ello permite a inversionistas internacionales comprar y vender más de 500 acciones tipo A originarias de China continental, a través de la plaza financiera de Hong.
Desde que fue anunciada por primera vez, la conexión bursátil levantó muchas expectativas entre las autoridades financieras asiáticas. A través de la cooperación financiera que incluye su dimensión geopolítica de cara a la rivalidad de las divisas en el Sistema Monetario Internacional, el programa «Stock Connect» contribuye de manera decisiva para cumplir los objetivos planteados en el XII Plan Quinquenal (2011-2015). Charles Li, director general de la bolsa de Hong Kong, sentenció a principios de abril de 2014: «creemos que este proyecto podría allanar el camino para una mayor apertura de los mercados de capital […] y ayudar a promover la internacionalización del renminbi. También creemos que podría proporcionar una nueva oportunidad y crear un impulso para el desarrollo de Hong Kong como centro financiero internacional».
Una de las grandes paradojas de la crisis actual, consiste en el aparente desacoplamiento entre la fuerza mercantil de la potencia económica en ascenso (China) y el poder financiero del país hegemónico en declive relativo (Estados Unidos). Hasta el momento, ninguna divisa parece desafiar el poderío del dólar en el mercado mundial de capitales. Según las estimaciones de Jonathan Anderson, miembro de Emerging Advisors Group, los inversionistas internacionales tienen acceso a aproximadamente 56 billones de dólares en activos financieros denominados en dólares incluyendo bonos y acciones. Bajo denominación del euro y el yen japonés, pueden disponer de cantidades equivalentes a 29 billones y 7 billones de dólares respectivamente. En contraste, los activos financieros denominados en yuanes a disposición global alcanzan un monto de 300 mil millones de dólares, una cifra casi 187 veces menor en relación al dólar (The Economist, 21/06/2014).