La Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS) es el grupo regional más extenso en Eurasia, cuenta con un perfil impresionante en materia económica y de cooperación. La OCS ha ganado una fuerza enorme a través de Asia, en consecuencia, no es sorpresa que numerosos países de Medio Oriente y del Sudeste asiático quieran convertirse en socios, observadores, o miembros.
La OCS actualmente se compone de ocho estados miembros (China, India, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán), cuatro estados observadores y seis socios de dialogo. En la cumbre anual de los jefes de estado de la OCS en Samarcanda, Uzbekistán (15-16 de septiembre), Irán obtendrá su plena membresía a la organización, mientras Arabia Saudita, Qatar y Egipto se convertirán en socios dialogantes, lo cual es prueba del impulso expansivo multilateral de la organización.
Si bien la OCS tiene dentro de sus vertientes, una línea de acción clara sobre la seguridad regional y colectiva de sus miembros, se anteponen los intereses económicos en materia de cooperación, independientemente de las ideas iniciales occidentales del carácter hostil, los países aspirantes a la OCS pueden plantear nuevas visiones de acuerdo a sus intereses.