El premio nobel estadounidense y profesor de economía en la Universidad de Yale, Robert Schiller, opina sobre las críticas que en los últimos años ha recibido la ciencia economía sobre si ésta de verdad se trata de una ciencia o, no comparada con la física o la química.
Schiller reconoce que uno de los problemas de la ciencia económica es su estrecha relación con la política, pues el interés en los datos económicos está en la medida de que sirva como guía política. Sin embargo, aclara que esto es un problema de visión de la economía: se juzga a la economía por lo que puede producir, cuando ésta es algo más práctico que espiritual.
Además, para Schiller, si bien la economía no es una ciencia tan desarrolla como las otras, tiene sus propios problemas metodológicos y sus retos, que a medida que se vayan resolviendo y complejizando harán de la economía una ciencia más sólida como las ciencias exactas. De la misma forma que paso con la química y su separación de la alquimia, hasta convertirse en una verdadera ciencia, Schiller considera que a medida que se desarrolle un repertorio de métodos y fuentes de evidencia, la ciencia se hará más fuerte y los críticos que juzgan a la economía matemática como charlatanería, serán callados.