El Banco Mundial informó que, como efecto de las contracción económica provocada por la pandemia del COVID, 2020 tendría la peor caída de remesas en América Latina y el Caribe en la historia. Las remesas representan una quinta parte del PIB de El Salvador y de Honduras, una décima parte para Guatemala y Nicaragua y menos del 5% para Belice, México, Costa Rica y Panamá.
En marzo de 2020 el desempleo latino fue del 6% y se triplicó ante la pandemia a 18.9% en abril. Las mujeres fueron las más perjudicadas. No obstate, las remesas para México y Centroamérica se recuperaron a partir de junio. ¿Por qué tan pronto?
Las proyecciones del Banco Mundial no se cumplen, afortunadamente para las familias mexicanas, centro y sudamericanas. Lo que está visto es que ser migrante y ser precario son sinónimos y que en caso de cualquier caída de producción es el primer grupo desempleado, pero en algunos casos con más rápida recuperación.