En este artículo del Banco Mundial se establece que el crecimiento de las remesas en el 2014 se encuentra liderado principalmente por tres regiones: Asia Oriental y el Pacífico, Asia del Sur, y América Latina y el Caribe.
En cifras se establece que países como la India recibirá los US$ 71 mil millones para este 2014 (previéndose que se mantendrá como mayor receptor de remesas), seguido por China con US $ 64 mil millones, Filipinas con US $ 28 mil millones, México con US $ 24 mil millones, Nigeria con US $ 21 mil millones y Egipto con US $ 18 mil millones.
Las perspectivas para las remesas en la región de Asia Central y el Pacífico son favorables, con una proyección de 4.9 % para llegar a US$ 127 millones en 2015. En tanto, las remesas a Asia del Sur se están recuperando con fuerza este 2014, se espera que las remesas oficialmente registradas para la región crezcan un 5,5 % a más de US$117 millones en 2014. Las perspectivas para las remesas en la región de Asía del Sur son favorables, con una aceleración en crecimiento esperado en la India y expansiones continuas en Nepal y Bangladesh en 2015.
Por su parte, America Latina y el Caribe se encuentra en recuperación, y por ello se espera que los flujos de remesas sean de un 5,0 % proyectando US$ 64 mil millones en 2014; para 2015 se proyectan en 4,3 % para alcanzar los US$67 mil millones. Los datos que arrojan para México, el Salvador, y Guatemala, en su conjunto representan más de la mitad de las remesas a la regionalización, mostrando un crecimiento de 6% en los primeros ocho meses del 2014, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Sin embrago, el ritmo de crecimiento en el resto de America Latina ha sido lento y desigual, especialmente para Argentina, Bolivia, Paraguay y Perú; pero debido a los controles de cambio en países como Argentina y Venezuela, también se están impactando las remesas en estos países incluyendo a Colombia.
Finalmente, en lo referente a la migración forzada, se establece que el desplazamiento forzado se ve típicamente como cuestión humanitaria, pero dado que tiene efectos sobre el crecimiento, el empleo y el gasto público para los países tanto de origen como de destino, también es un grave problema de desarrollo. El impacto de la migración en el desarrollo se localiza por una parte, en los países de acogida donde los efectos en el aumento de la oferta de trabajo y en los salarios dependen de si los migrantes forzados complementan o sustituyen las habilidades de los trabajadores locales; sin embrago, el crecimiento sólo se ve reforzado si los migrantes traen nuevas habilidades; por otra parte, las comunidades de acogida también se benefician de los flujos de ayuda adicionales que se pueden recibir para ayudar a los países en el cuidado de los refugiados.