América Latina: La montaña rusa del financiamiento externo
Ya en la década del nuevo milenio, la composición de las emisiones de deuda había cambiado y el mayor peso había pasado de la deuda soberana a la deuda corporativa y a los mercados locales; la deuda se emitía en un espectro de divisas más amplio, había mejorado considerablemente la calidad de crédito, y la deuda externa de América Latina y el Caribe atraía a una mayor y más diversificada base de inversores.
Finalmente y sin embargo, los avances económicos y financieros de los últimos treinta años, no han producido cambios en la estructura productiva de la región. Los cambios estructurales deben estar en el centro de un proceso de crecimiento a largo plazo para que la igualdad sea una realidad.