Por separado, Guillermo Almeyra y Julio Gambina realizan un análisis sintetizado sobre la actual devaluación cambiaria en Argentina. De un lado, hay una crisis aguda en los llamados “países emergentes” que arrastra no sólo a Argentina sino también a Brasil y a Venezuela, sus socios en el Mercosur y que comienza a afectar las compras chinas de materias primas agrícolas.
La devaluación haría más competitivos los productos argentinos, frenaría las importaciones favoreciendo el saldo de la balanza de pagos, al reducir el salario real aumentaría las ganancias del capital. Esto terminará por favorecer a los grandes productores y exportadores, de hecho, es la principal demanda de los sectores hegemónicos de la producción local, buena parte asociada a la trasnacionalización capitalista de la economía argentina.
En suma, son pocos los beneficiados, el poder económico más concentrado, y son millones lo que verán afectada su capacidad de compra.
Texto completo da clíck aquí