La migración no es un hecho nuevo, forma parte de la historia de la humanidad. Si bien es cierto que se han observado desplazamientos masivos de personas hacia otros países o regiones en diferentes partes del mundo y en diferentes momentos, lo distintivo actualmente es la creciente importancia que la migración internacional mantiene en distintos ámbitos: económico, cultural, demográfico, político, entre otros. Los lazos culturales y afectivos entre algunas naciones se han fortalecido gracias a los migrantes. Los migrantes también han permitido cambiar las dinámicas demográficas en los países de origen y destino, y han contribuido tanto a las economías que los reciben a través de su fuerza de trabajo como en sus países de origen a través de las remesas que envían. Sin duda, la migración es una de las grandes tendencias que observamos a nivel global.
El Anuario de Migración y Remesas, México 2013 es trabajo de la Fundación BBVA Bancomer y del departamento BBVA Research en colaboración con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), que busca constituirse como una herramienta tanto de consulta como de divulgación, mediante el cual se quiere seguir contribuyendo a favor de los migrantes dando respuesta a diferentes interrogantes: cuántos son los migrantes internacionales, dónde se encuentran, de dónde provienen, en qué se desempeñan, qué características tienen, entre otras.
El anuario contiene cinco capítulos. En el primero se presentan cifras sobre el volumen de migrantes internacionales en el mundo y sus características, se indican los principales países y regiones expulsores y receptores de migrantes. El capítulo dos trata sobre la migración de y hacia México, y presenta datos sobre el número de mexicanos en el mundo, sobre el número de personas nacidas en otros países que viven en México y sobre la intensidad migratoria de las entidades federativas de la república mexicana. Por ser Estados Unidos el principal destino de la migración mexicana el capítulo tres está dedicado a describir las características sociodemográficas y laborales de los migrantes mexicanos radicados en el vecino país del norte, también se ofrecen cifras sobre los mexicanos naturalizados, aprehendidos, removidos y retornados en ese país En el cuarto capítulo se aborda la temática de la migración interna, se presentan datos sobre el volumen y las características de los mexicanos que han cambiado de entidad federativa de residencia.
Finalmente en el capítulo cinco se dedica un apartado al flujo monetario derivado de la migración, las remesas, tanto a nivel mundial como para el caso de México. Se exponen cifras sobre el número de hogares que reciben remesas en nuestro país y se describen algunas de sus características. Al término de los capítulos se presenta un breve glosario sobre términos relacionados con la migración.
De acuerdo a las estimaciones y proyecciones actualizadas por el Banco Mundial se espera que las remesas hacia el mundo en desarrollo aumenten en 6,3% este año, para llegar a US$414.000 millones, y que en 2016 superen el medio billón. India y China representarán casi un tercio del total de las transferencias hacia los países en desarrollo este año. Este volumen seguirá incrementándose fuertemente a mediano plazo, a una tasa de crecimiento anual promedio de 9%, hasta alcanzar los US$540.000 millones en 2016.
Los principales receptores de remesas registradas oficialmente en 2013 son India (con aproximadamente US$71.000 millones), China (US$60.000 millones), Filipinas (US$26.000 millones), México (US$22.000 millones), Nigeria (US$21.000 millones) y Egipto (US$20.000 millones). Otros países destinatarios importantes son Pakistán, Bangladesh, Vietnam y Ucrania.
Esta publicación analiza el desarrollo reciente de los movimientos migratorios y las políticas de los países miembros de la OCDE y algunos países no miembros, incluyendo la migración de trabajadores cualificados altamente cualificados y de baja, temporal o permanente, así como a estudiantes.
Además, la OCDE considera que la situación actual de desempleo elevado y persistente en muchos países de la OCDE, junto con el envejecimiento de la población y de los trabajadores, ha traído de nuevo el debate sobre la política de inmigración, por lo que la discusión gira entrono de la inmigración y el Estado de bienestar. Es por ello, que en esta edición también contiene dos capítulos especiales sobre dichos: el impacto fiscal de la inmigración y la discriminación contra los inmigrantes. El estudio señala que la migración en países de la OCDE aumentó un 2% en 2011 respecto al año anterior, hasta alcanzar casi 4 millones. Datos nacionales recientes indican un aumento similar en 2012.
Las remesas enviadas a los países de habla española de América Latina por los inmigrantes en los Estados Unidos y otros países han recuperado los niveles anteriores a la recesión, con la notable excepción de México. Mientras que para América Latina, los 31.8 mil millones de dólares de remesas que fueron recibidas en 2013 han sobrepasado el punto más alto (alcanzado en 2008), México se encuentra 29% por debajo de las remesas alcanzadas en 2006, con apenas 22 mil millones de dólares captados en 2013.
El reporte indica que los mexicanos residentes en EU son responsables del 98 % de las remesas del país y que el descenso en éstas podría derivarse de las industrias más afectadas por la recesión, que dependen principalmente de mano de obra mexicana, como es el caso de la construcción. Otras posibles explicaciones apuntan al crecimiento del producto interno bruto mexicano desde 2006 y al incremento en las deportaciones bajo la administración de Barack Obama.
Según el informe, la crisis económica provocó una reducción de 310 mil inmigrantes (36% originarios de América hacia España entre los periodos 2005-2007 y 2008-2010, y de 4% hacia Estados Unidos). Al disminuir la emigración americana a España, los flujos crecieron un 8% hacia Canadá, Chile, México, Japón, Corea, Australia y Nueva Zelanda, y un 14% hacia otros países de Europa para un total de 105.000 personas, entre los periodos 2005-2007 y 2008-2010.
El documento indica que si bien las condiciones económicas se han vuelto más difíciles entre los 34 países agrupados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los movimientos migratorios desde las Américas se han mantenido por encima de 3 millones de personas durante el período 2008-2010, lo cual representa una caída de sólo 8% en comparación con los movimientos registrados entre 2005 y 2007, antes de la crisis económica global.
El informe dio cuenta también de que pese a la mejora económica experimentada por el continente en 2010, la inmigración permanente descendió 9% y la temporal 6%, y que los flujos intrarregionales en América Latina y el Caribe fueron en 2011 la mitad de los flujos de la región hacia Canadá y Estados Unidos. Además, entre 2010 y 2011 el 13% de las solicitudes de asilo en el mundo se realizaron en países de las Américas -tres cuartas partes de ellas se realizaron en Estados Unidos y Canadá- y que las solicitudes de asilo en las Américas aumentaron 7% en 2011 con respecto a 2010. El 97% de las solicitudes de asilo de las Américas provienen de los nacionales de seis países: Colombia, México y Haití, y en menor medida El Salvador, Guatemala y Honduras.
El reporte también incluye datos sobre envío de remesas. En ese sentido, a lo largo de 2011 los flujos hacia América Latina y el Caribe mostraron signos de una sólida recuperación, alcanzando tasas de crecimiento cercanas a las registradas antes del inicio de la crisis económica mundial. En ese año, los países de la región recibieron procedentes de Estados Unidos 61.013 millones de dólares en remesas, lo que representó un incremento del 6 por ciento respecto al año anterior. Los países que reciben la mayoría de sus envíos de dinero desde Estados Unidos ya recuperaron los niveles anteriores a la crisis. Por ejemplo en México hubo una disminución del 16 por ciento del envío de remesas en 2009 a raíz de la crisis económica, pero dos años después, en 2011, se registró un aumento del 7 por ciento.