El TTP se ha negociado en cinco de América, dos de Oceanía y cinco de Asia, tres de los cuatro miembros de la Alianza del Pacífico(AP) se han adherido al TPP buscando una inserción más dinámica en la economía internacional. Los argumentos para ser parte el tratado en algunos países de la región refieren al aprendizaje, a la información y a evitar la exclusión. En la misma dirección se ha dicho que incorporarse al TPP permitirá ubicarse favorablemente para negociar nuevos acuerdos. Sin embargo, estas afirmaciones son expresiones de deseos que no cuentan con sustento teórico o empírico alguno.
Las críticas que se han dado al TTP son las siguientes: exceptuando a Japón, las principales economías de Asia (China, India, Indonesia, Pakistán, Corea del Sur) están ausentes, lo que significa una aproximación sesgada al continente asiático, se podría decir una aproximación antiChina. Abarca todos los temas que no lograron acordarse en la OMC, tanto tradicionales como nuevos (servicios, inversiones, compras gubernamentales, empresas públicas, propiedad intelectual) con consecuencias obviamente que van más allá del comercio y que significan un paso más hacia el debilitamiento del multilateralismo. El TPP pretende fundar el nuevo derecho internacional público abarcando muy especialmente a las regulaciones estatales.
En propiedad intelectual, el TPP apunta a aumentar los plazos de protección de los derechos de autor y de la reserva de datos, a un plazo de 12 años de exclusividad en el mercado de los medicamentos antes de permitir que otras compañías empleen las mismas fórmulas, para equiparar las reglas del TPP a la legislación estadounidense. Tal como dispone el TPP, las empresas estatales y los monopolios públicos no pueden discriminar en la compra y venta de bienes y servicios favoreciendo a las empresas nacionales. En un trabajo reciente de Petri y Plumer, del Peterson Institute (julio 2016) se indagan los efectos económicos que tendría el TPP sobre el comercio y el crecimiento del producto en los países socios o adherentes. Se calculó que el TTP aumentaría un 0.5% al producto en 2030.