La crisis actual ha puesto un alto precio a nivel humano al afectar el ingreso de los trabajadores, aumentar la vulnerabilidad de los marginados, limitar el acceso a la salud y a la educación, y exacerbar los conflictos. El grado de impacto de estos problemas se ve influenciado por factores tales como el género y la región geográfica de la que se trate.
Parte fundamental del análisis del presente artículo menciona la necesidad de acabar con los dualismos tales como público-privado, femenino-masculiino, razón-emoción o progreso-conservación, dado que tratan de una concepción jerárquica que impregna al modelo económico en su conjunto.
Por una parte se tiene a los ecologistas que buscan (prefieren) un modelo económico más integral que tenga en cuenta los ecosistemas y su prevalencia. A su vez, están los que proponen la economía ecológica, la ecología humana y la ecología política promueven un enfoque más amplio que tenga en cuenta las interacciones entre el ser humano, la naturaleza y los aspectos distributivos. Concluyendo que el ser humano y la natrualeza no son independientes entre sí, sino que conforman un sistema socioecológico que requiere ser tomado en cuenta para poder preservar el medio ambiente.