Las economías latinoamericanas mantienen su recuperación gracias al impulso de la demanda externa e interna. En algunos países, ambos motores se calientan coordinadamente, mientras que, en otros, el externo recobró más rápido. En distintivos países de la región se hicieron políticas fiscales para reactivar la demanda interna.
El PIB regresa a sus niveles prepandemia gracias al impulso de los principales socios comerciales de los países latinoamericanos y el precio de las materias primas, y por los apoyos en transferencias monetarias a las familias y las empresas.
Según las estimaciones del FMI, el PIB de América Latina decreció 8.3% en 2020, mientras que en Sudamérica 8% y la Cuenca del Caribe 9.9% por lo que fue la más afectada. El crecimiento en 2021 será mayor en los países del sur que en los de la Cuenca, 3.8% y 3% respectivamente. Con la vuelta del comercio internacional, la rapidez en la recuperación depende de la demanda interna.