LA OTRA INTERNACIONALIZACION DEL YUAN.
Oscar Ugarteche[1]
José Luis Cal[2]
El gobierno chino en 2009, empezó una campaña de internacionalización del Yuan que se materializó en el año 2015 cuando se inscribieron en Reuters de Londres y fueron admitidos como moneda de reserva en el FMI y como parte de la cesta monetaria. A partir del 2013 trabajan en un gran plan de inversiones para apoyar esta idea. Es la implementación de cuatro rutas, tres que conectan a China con Europa, y dos con Asia Central y Sudoriental, para de esta forma propiciar mayores flujos internacionales de comercio y capital. El pago por el desarrollo de la infraestructura de las mismas, en los distintos países a lo largo de las rutas, sirve para exportar el Yuan. Todas las rutas atraviesan en total más de 60 países. Las rutas se ven claramente en el siguiente mapa (Figura 1).
Figura I: Ruta de la seda.
Fuente: Beyond The Horizon. CITA
El Yuan es la sexta moneda más transada del mundo y con este proyecto se planea aumentar el comercio en 2.5 billones de dólares en Yuanes durante los próximos 10 años para subirle al tercer lugar.[i] (Ver cuadro)
Fuente: SWIFT
Los mecanismos de exportación de Yuanes serán el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII) y el Nuevo Banco de Desarrollo conocido comúnmente como “el banco de los BRICS” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
El primer antecedente a la internacionalización del Yuan fue en el 2002 al comenzar a abrir su mercado financiero a extranjeros con la figura legal de Qualified Foreign Institutional Investors (QFII) seguido en 2007 con las primeras emisiones de los dim sum bonds, en Yuanes, que es una alternativa para los inversores que quieren comprar deuda emitida por empresas chinas y extranjeras en Hong Kong, ya que debido a los controles de capital chinos no era posible comprar deuda gubernamental. Posteriormente en 2014 y 2016 conectaron las bolsas de Shangai y Shenzen con Hong Kong respectivamente.
EE.UU. logró posicionar al dólar como moneda hegemónica sobre la libra esterlina, entonces la moneda de reserva por excelencia, primero dejando que los países europeos emitieran deuda en dólares en Nueva York para financiar la primera y segunda guerra mundial. Después presionando a Gran Bretaña para eliminar la zona esterlina como condición para la ayuda militar del final de la Segunda Guerra.
China tiene algunas señales negativas: el crecimiento económico viene en fase de desaceleración desde el 2011; las reservas internacionales vienen deteriorándose desde el 2014;y el valor de su moneda, ha venido depreciandose desde el 2015. La economía China que venía con crecimientos del PIB cercanos al 10% antes de 2011 contra 6.7% en el 2016; sus reservas fueron de 4,010 billlones de dólares a mediados de 2014, contra 3.017 billones de dólares en el 2016; y su tipo de cambio era estable a 6.15 Yuanes por dólar contra 6.95 en enero del 2017. Este parece ser el costo de internacionalizar su moneda en un ambiente occidental hostil y una economía mundial de muy bajo crecimiento.
Después del pico en el nivel de reservas a mediados de 2014, China ha utilizado 993,159.64 millones de dólares para evitar una mayor depreciación de su moneda la a inversa de la acusación estadounidense que manipulan el Yuan hacia abajo. El precio del Yuan como de otras monedas importantes se determina más por el mercado cambiario internacional, de Hong Kong, Londres y Singapur; y menos solo por el Banco de China y sus políticas cambiarias. Tras la apertura de la cuenta de capitales, el banco de China al igual que sus pares el Banco Central Europeo, y el de Japón, tienen que pelear por mantener sus tipos de cambios en niveles deseables frente a la política del FED.
Fuente SWIFT RMB Tracker, Feb 2017.
Por último los retos chinos para seguir posicionando al Yuan como moneda de reserva en el mundo siguen siendo fuertes debido a la tendencia a la depreciación de los dos recientes. El mega proyecto de la Ruta de la Seda promete ser un golpe sobre la mesa para lograr este objetivo. La salida de EE. UU. del TPP es muy positiva para China y le dará nueva entrada al comercio con estos países más allá de los incluidos en la Ruta de la Seda a través del Regional Comprehensive Economic Partnership, RCEP que promueve en su lugar.
[1] Investigador titular del Instituto de Investigaciones Económica de la UNAM, coordinador del Proyecto OBELA, miembro del SNI/CONACYT
[2] Facultad de Economía, Proyecto OBELA.
[i] Dongmin, L., Haihong, G., QiYuan, X., Yuanfang, L. and Shuang, S. (2017). The ‘Belt and Road’ Initiative and the London Market – the Next Steps in Renminbi Internationalization. Part 1: The View from Beijing. Londres: Chatham House. Visto en: https://www.chathamhouse.org/sites/files/chathamhouse/publications/research/2017-01-17-belt-road-renminbi-internationalization-liu-gao-xu-li-song.pdf, Último acceso: 14 de marzo 2017.