El cambio de matriz energética representa una transformación profunda en la forma en que se produce y consume energía, necesaria para reducir las emisiones de CO2 y mitigar los efectos del cambio climático. Esta se encuentra al centro de la competencia entre grandes potencias, con China que apuesta a la fabricación de equipos de energías renovables tanto para generación como para el consumo. Desde el 4 de noviembre del 2016 con la entrada en vigor del Acuerdo de Paris, se acordó la transición hacia un modelo energético basado en fuentes renovables como la solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En este artículo se revisará el avance en el cambio en la oferta energética de la región y el desarrollo del conflicto entre las dos potencias sobre el tema.
Las políticas de cambio de matriz
En el gran escenario, los dos más grandes contaminadores del mundo son China y Estados Unidos. Sin embargo, sus políticas parecen ser radicalmente distintas y la de EEUU parece ser itinerante, con los Republicanos con la apuesta más fuertemente a fósiles que los Demócratas, pero ambos se concentran en mantener un aparato automotriz esencialmente basado en fósiles. Así, en 2016 el gobierno Demócrata de Obama suscribió el acuerdo de Paris y poco más tarde el gobierno de Trump lo retiró. Biden lo ha regresado y dado un par de leyes de sustitución de importaciones para impulsar la fabricación interna de equipos renovables, ante la evidencia de que China produce el 95% de los paneles solares del mundo y la mayor parte de los vehículos de transporte eléctricos. Mientras tanto las conferencias COP quedaron en manos de productores de energías fósiles y el G7 ha hecho muy poco en la dirección correcta salvo Alemania, España y los países nórdicos.
Estados Unidos genera 42% de la electricidad basada en fósiles, gas natural, carbón y petróleo. En la matriz energética total, 81.6% está basada en fósiles y el uso es sobre todo transporte. Es muy parecida a la de México, 40% de la energía total se destina a transporte.
En Argentina en 2019 el gobierno de Alberto Fernández, dictó políticas públicas para impulsar proyectos en energías renovables, con el objetivo de suministrar energía suficiente y a un costo asequible. Su energía se genera por fósiles (87.5%) y el objetivo fijado era alcanzar el 20% del abastecimiento eléctrico con fuentes renovables para el 2025 como lo establece la Ley 27.191. En el 2021 se utilizó 12.5% de energías renovables en el país. La electricidad de la Argentina se genera a partir del gas natural (65%), las hidroeléctricas (18%), seguida de las plantas nucleares (8%), las turbinas (7%) y las solares (1%). La energía renovable (incluida nuclear) suma 34% de la electricidad generada en dicho país. La presidencia de Milei ha puesto en duda el avance de la transición, es un negacionista del cambio climático y ha recortado diversos fondos destinados al medio ambiente. Mientras tanto se desarrollan proyectos para extracción de litio con capitales de China, EEUU y del G7 en general.
En Brasil, el acceso a la electricidad es virtualmente universal y las energías renovables cubren aproximadamente el 45% de la demanda, según el Plan Nacional de Eficiencia Energética, que define metas y medidas para reducir el consumo de energía en el país. El Plan se elaboró de acuerdo con la Ley 21.305 sobre Eficiencia Energética, publicada en 2021, y se actualiza cada cinco años. En la COP26 (2021), el país anunció un objetivo a largo plazo de alcanzar emisiones netas cero para 2050 y un plan de reducción del 50% de las emisiones de carbono y cero talas ilegales para el 2030.
Por su parte, Chile publicó en 2022 una actualización en su Política Energética de Largo Plazo (PELP), que enfatiza el compromiso de cero emisiones netas y establece una vía de descarbonización que abarca todos los sectores de la economía nacional. Su legislación fomenta la inversión en generación en todo el sector eléctrico. El consumo de carbón descendió a 15 GW y es tercero debajo de hidroeléctricas y de energías renovables (solares y eólicas). El peso del petróleo descendió a 2GW y deja la generación energética con mayoría no fósil. El 62% de la energía es renovable en Chile al 2023, con datos de la AIE.
Colombia, lanzó el Plan Nacional de Energía 2020-2050 en 2016, para iniciar su diversificación energética y garantizar el suministro confiable mediante la promoción de la eólica, solar y geotérmica en todo el país. Cuenta con la Ley de Transición Energética (2023) que amplió las acciones de política y los beneficios fiscales para mejorar la eficiencia de las tecnologías bajas en carbono, incluidas la geotermal, la captura y almacenamiento de carbono (CCS) y el hidrógeno. La empresa petrolera nacional de Colombia, Ecopetrol (Empresa Colombiana de Petróleos), apoya la transición. La generación de electricidad es mayormente renovable, pero la matriz energética sigue 64% basada en fósiles, y su uso es mayormente transporte.
México fue la primera gran economía emergente productora de petróleo en adoptar una legislación climática en 2012. Posteriormente, a finales del 2015 se publicó la Ley de Transición Energética (LTE), que busca la introducción de energías renovables. La matriz energética está 88.6% basada en fósiles y el resto en renovables, mientras que la generación eléctrica está 74.2% basada en fósiles y la diferencia en renovables. El uso mayor es transporte, al igual que en EEUU.
Por último, el gobierno peruano creó el Fondo Energético de Inclusión Social (FISE) en 2012 para llevar energía limpia a los segmentos más vulnerables de la población y ayudar a disminuir la pobreza energética en el país. No se ha afiliado a la AIE, por tanto, no hay datos homogéneos a los anteriores. En el Perú la energía es mayoritariamente renovable (hidroeléctricas) y no hay una política de transformación del transporte.
Avances en el cambio de matriz
Como se observa en la Gráfica 1, para generar energía, en promedio los países de la región utilizan petróleo 40%, seguida por bioenergía 22%, gas natural 21%, y renovables 17% y estas últimas dos han ido en aumento. El problema está en que desde EEUU hasta Bolivia hay petróleo en mayor o menor cuantía y es costoso fiscalmente hacer la transición. En Estados Unidos un problema adicional es el peso de los intereses petroleros. En suma, las energías renovables representan un porcentaje menor que los fósiles sin cambio a la vista, salvo en Chile, Costa Rica y Uruguay, países sin petróleo. En 2020 Costa Rica generó el 99.8% de su energía con fuentes renovables de acuerdo con datos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), para el 2023 fue del 95% donde el 67% proviene de plantas hidroeléctricas, que se han visto afectadas por el cambio climático. Por otro lado, en Uruguay en 2022 con datos proporcionados por el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) por medio de la Dirección Nacional de Energía (DNE) presento en el Balance Energético Nacional (BEN), que la participación de las fuentes de energía renovables alcanzó el 56% de la matriz de oferta total y el 91% en la matriz de generación de electricidad.
Los vehículos híbridos
En el lado del consumo en el transporte, que es el más significativo en la región, hay algunas variantes novedosas. Está el uso hibrido en el transporte de fósiles con etanol. Brasil donde se inventó este, en 1975, es líder mundial en biocombustibles con el etanol de segunda generación y la fabricación de automóviles híbridos que proporcionan un gran mercado interno. En el Perú el transporte masivo de pasajeros y transporte privado de pasajeros (taxis) son híbridos a gas y gasolina dado el bajo precio del gas. Las empresas chinas han empezado a proveerle al mercado peruano vehículos que tienen instalados los tanques de gas para su hibridación. La disponibilidad de gas del yacimiento de Camisea ha abaratado dicha fuente energética. Esto posiblemente se masifique a países con disponibilidad de gas del mismo modo que etanol se generalizó en países donde hay caña de azúcar, como Estados Unidos. En octubre de 2024 en Colombia se anunció el hallazgo más grande en 45 años de yacimientos de gas. Se espera que el país duplique sus reservas de gas, lo que permitiría cubrir su oferta hidroeléctrica que disminuyó en 2024 por las sequías.
Los híbridos con electricidad se enfrentan al tema de la reducción de energía hidroeléctrica predominante de la región, especialmente en Brasil, Perú y Colombia debido a las sequías resultado del cambio climático. Esto obliga a pensar en ampliación de la oferta con energías renovables a corto plazo en estos países.
Cuadro 1: Fuentes renovables de generación de energía 2022 |
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Tipo de energía |
México |
Argentina |
Brasil |
Chile |
Colombia |
Perú |
Hidro |
43% |
55% |
72% |
41% |
96% |
90% |
Eólica |
25% |
32% |
14% |
18% |
0.10% |
6% |
Solar |
25% |
7% |
5% |
31% |
1% |
2% |
Bioenergía |
2% |
6% |
9% |
9% |
3% |
2% |
Geotérmica |
5% |
1% |
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Fuente: OBELA con datos de IRENA |
Para terminar, el cambio de la matriz parece ser lenta con algunos países más adelantados porque no tienen petróleo como Chile. La falta de infraestructura de carga para vehículos 100% eléctricos parece apuntar a que el futuro de transporte de pasajeros masivo y privado será con vehículos híbridos de tres tipos que son mayoritariamente de origen chino.
En medio del conflicto entre EEUU y China sobre el tema energético, el rezago estadounidense arrastra a sus vecinos de América del Norte. La apuesta a las energías fósiles, de las cuales México, Canadá y EEU son prodigas, está apoyada por otros por países productores de petróleo de la OPEP, que enfrentan la presencia de capitales chinos en energías renovables lo que es motivo de conflicto y campañas de desinformación. Hay avances en el cambio de la matriz, pero más marcados en América del Sur que en América del Norte y más en los países sin petróleo que en los que lo tienen. La presencia china en las inversiones energéticas probablemente acelere estos cambios allí donde se les permita llegar.
Los aranceles en 2024 a los vehículos eléctricos fabricados en china, del 100% de Canadá y EEUU y la eliminación de la exención arancelaria de México y a los paneles solares pasaron del 25% al 50% en EEUU, asegura que no habrá mayor modificación. Los dos vecinos de América del Norte deberán sortear los escollos para hacer políticas propias ajenas a las del país mayor de la región.