En las últimas dos décadas, la producción de automóviles en el mundo ha cambiado gracias a la mayor participación del continente asiático y al desplazamiento radical de Estados Unidos y la Unión Europea como principales productores. En el año 2000, Estados Unidos y Europa representaban el 68,7% del total de la producción mundial de automóviles, pero en 2022 esta cifra se habrá reducido al 39,96%. Por su parte, Asia-Oceanía ha pasado del 30,75% al 58,84%. ¿Qué incentivos específicos ha ofrecido el Gobierno chino para fomentar la producción y venta de automóviles? ¿Cómo han conseguido las marcas chinas ganar cuota de mercado en América Latina? ¿Existen posibles inconvenientes o críticas a la mayor presencia de la producción y venta de automóviles chinos en América Latina?
Según datos de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA), la producción mundial de vehículos de motor creció un 45,84% entre 2000 y 2022. Sin embargo, su desarrollo es diferenciado; mientras Europa y América redujeron su participación con tasas decrecientes de 20,02% y 10,21%, respectivamente, Asia-Oceanía creció 179,01%.
Aunque México y Brasil experimentaron un crecimiento de la producción de automóviles, Estados Unidos y la Unión Europea no consiguieron mantener el ritmo de fabricación, por lo que durante el periodo mencionado disminuyeron. Contrasta con China, que tuvo un crecimiento del 1205,9% entre 2000-2022. El volumen de producción del país asiático, desde 2008, superó al de Estados Unidos y, en 2010, al de la Unión Europea. En 2022 producirá más coches que ambos juntos.
El Consejo de Estado desarrolló en 2012 políticas de industrialización que favorecen su producción tradicional de automóviles y se esforzó especialmente en mejorar los vehículos de nueva energía (NEV) para promover la energía verde. El Plan de Desarrollo para la Conservación de la Energía y la Industria de Vehículos de Nuevas Energías 2012-2020 coordina los objetivos para el desarrollo de NEVs entre las agencias. El Gobierno chino estableció en 2013 un comité interministerial dirigido por el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información para coordinar el desarrollo industrial. Su éxito en los últimos años se debe a los incentivos gubernamentales, entre los que destacan las subvenciones, los incentivos fiscales, el acceso a la producción y la supervisión del mercado.
La OICA establece dos categorías para englobar todos los vehículos: turismos y comerciales. Según datos de la CAAM, en 2022 China produjo 26,9 millones de automóviles, de los cuales el 88,2% son turismos y el 11,8% vehículos comerciales. De la producción total, 7,0 millones son coches eléctricos, de los cuales el 95,14% pertenecen a turismos y el 4,86% son vehículos comerciales. En el mismo año, Tesla produjo algo más de 400.000 coches.
En 2022, el país asiático exportó aproximadamente 3.105.000 vehículos, de los cuales el 21,74% eran eléctricos. Este aumento en la producción ha permitido a China insertar sus productos en más mercados, entre ellos México, en América Latina.
De acuerdo con datos del INEGI, en 2012, las automotrices chinas no tenían participación de mercado en México; sin embargo, para 2022, cuatro empresas chinas -MG Motor, Chirey, JAC y Motornation- concentraron 7.26% de las ventas de vehículos en el país. Esto ha significado que las diez principales empresas (principalmente japonesas y estadounidenses) que venden vehículos ligeros cayeron de 92.69% a 77.03% del mercado en diez años.
Un artículo de MUNDO ASIA PACIFIC MAGAZINE menciona que las marcas chinas en el mercado chileno tenían una cuota que no superaba el 2% en 2007 y pasó al 16% en 2020, siendo MG, Chery, Changan, JAC y Great Wall las marcas más vendidas. Por otro lado, en el segmento de vehículos ligeros, las marcas chinas en Perú han alcanzado una cuota del 15% en 2020. Finalmente, según un artículo de La Nación de Buenos Aires, en 2012, dos marcas chinas en Argentina representaban el 5% de las ventas totales; sin embargo, para 2022, aumentó a 11, y sus ventas comprendían el 27,5% del mercado.
Finalmente, gracias a los incentivos que el gobierno chino ha brindado en la última década, su producción de automóviles ha logrado desplazar a los países que tradicionalmente dominaban el mercado. Sin embargo, también es importante señalar que su éxito en América Latina se debe al factor precio-calidad y a las estrategias de venta, que incluyen garantías de siete años. Además, la tecnología implementada ha mejorado y emiten menos monóxido de carbono que sus homólogos occidentales. Las marcas chinas están comiendo terreno a un mercado tradicionalmente occidental, junto con las japonesas, surcoreanas e indias, que están desplazando la producción de nuevos vehículos de energías renovables (NEV) de Occidente a Oriente.