Este informe es un producto conjunto de la Oficina del Economista Jefe para América Latina y el Caribe (LCRCE) y la Práctica Global de Macroeconomía, Comercio e Inversión (MTI) del Banco Mundial. Su preparación fue dirigida por Martín Rama (Economista Jefe, LCRCE), en estrecha colaboración con Jorge Araujo (Gerente de Práctica, ELCMU)
En los últimos cinco años, los resultados económicos de América Latina y el Caribe han sido decepcionantes, con tasas de crecimiento apenas positivas en promedio. Cada vez ha sido más difícil apoyar las tendencias del gasto social, posibilitadas por los precios inusualmente altos de los productos básicos, lo que obligaba a muchos países a realizar ajustes dolorosos. En el transcurso de 2019 se produjeron disturbios sociales en toda la región, lo que reflejaba una brecha cada vez mayor entre las expectativas populares y las realidades económicas y sociales. Además, a principios de 2020, los precios internacionales del petróleo se derrumbaron. También fue entonces cuando se produjo el brote de Covid-19.
Los países de América Latina y el Caribe tienen un amplio historial de graves perturbaciones adversas, entre ellas caídas precipitadas de los precios de los productos básicos, un drástico endurecimiento de las condiciones financieras y grandes desastres naturales. El actual entorno externo de la región guarda similitudes con esta historia, lo que implica que la experiencia anterior será muy valiosa. Pero la epidemia de Covid-19 introduce una nueva dimensión, ya que las medidas necesarias para contener el brote de la epidemia también dan lugar a un importante choque de la oferta.