Centroamérica, con sus necesidades y su alto valor geográfico, es el terreno de la batalla sobre el cual China y EEUU miden sus fuerzas sin cuidar demasiado sus palabras, a pesar del acuerdo bilateral firmado la semana pasada entre ambos gobiernos para intentar apaciguar su guerra comercial.
El Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, hizo una crítica al país asiático, diciendo que “solo ofrece deuda, dependencia e, incluso, erosión de la soberanía en algunos países”. A lo cual recibió respuesta de la embajada china en San José diciendo que: “la cooperación pragmática entre China y Costa Rica es la opción de los dos gobiernos y sus pueblos, que no permite acusaciones irresponsables de los malintencionados”.
La vigencia de la doctrina Monroe en Centroamérica tiene ahora como amenaza una China con pretensiones globales y potencial financiero que las pequeñas economías del istmo no pueden ignorar, como sus autoridades le han dicho a los estadounidenses.