La quiebra de la Banca Italiana y la Unión Bancaria Europea
Oscar Ugarteche
Jorge Zaldivar
El Banco Central Europeo (BCE) es el órgano que se encarga de la supervisión reguladora de 128 bancos de la Unión Europea desde el 2014. Esto es parte de la consolidación de la Unión Bancaria diseñada para brindar estabilidad a los bancos europeos.
Según Lindner, Soemer y Theobaldi , el objeto de la Unión Bancaria Europea es resolver el conflicto entre la estabilidad de los mercados y la carga de los contribuyentes por los rescates bancarios en un marco donde el mercado es imperfecto y la información asimétrica. Otra óptica sería que la Unión Bancaria busca reducir la interdependencia entre Bancos y estados de la Eurozona donde los banqueros se benefician del dinero de los contribuyentes de manera que no asumen sus posiciones de riesgo. Con respecto a esos objetivos, la Unión Bancaria representa un instrumento importante apuntando en la dirección correcta. Sin embargo, la expectativa de que el dinero de los contribuyentes nunca volverá a ser necesario para los rescates bancarios se vio desdicha cuando el gobierno italiano pidió 20,000 millones de euros al parlamento italiano el 19 de diciembre del año 2016. Si un factor decisivo para el éxito de la unión bancaria es el proceso en curso de la revisión de la calidad de los activos, en Italia fracasó.
El fortalecimiento de la supervisión se da a través de dos pilares: el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) y el Mecanismo Único de Resolución (MUR). Y las pruebas de tensión bancarias son efectuadas por la Autoridad Bancaria Europea (ABE) bajo acuerdo con el Banco de Pagos Internacionales (BPI). Las pruebas de tensión son uno de los arsenales con los que cuenta el BCE para advertir los problemas de descapitalización.
Desde la creación de la Unión Bancaria en noviembre de 2014, los bancos europeos en general perdieron casi la mitad de su capitalización bursátil, siguen presentando problemas en los balances bancarios y persisten grandes déficit de capital.
Como efecto de la crisis financiera del 2008 la dinámica de las economías europeas se desaceleró, fruto de las políticas de austeridad.
Problemas más serios se observan en las dinámicas del PIB de Italia y Francia, que observan tendencias a la baja de largo plazo mientras Gran Bretaña y Alemania expresan un estancamiento secular entre 1990 y 2015 según datos de la OCDE. En promedio de 1990 a 2008, Italia creció a una tasa de 1.3%, mientras que Francia creció a 2%. Tras la crisis, a partir del 2010, crecieron hasta el 2015 a -0.2%, y 1.1% respectivamente. Gran Bretaña y Alemania crecieron antes del 2008 a 2.3% y 1.9% y tras el 2010 a 1.9% y 2% respectivamente.
Existen empresas y familias que comenzaron con un perfil perfectamente cubierto, como dice Minskyii . Al buscar mayores beneficios, tomaron mayores riesgos pasando a un esquema especulativo. Finalmente, ante el estancamiento económico de sus países, el flujo de ingresos de las empresas y familias se redujo, por lo que incumplieron con sus obligaciones y entraron al esquema Ponzi. Es decir, tomaron prestado entre 2010 y 2015 para pagar la deuda acumulada entre 1990 y 2008 teniendo como única alternativa quebrar. Para la banca esto se expresa como carteras vencidas crecientes. (ver tabla 1)
Monte dei Paschi di Siena y Banco Popolare poseen una gran cartera de créditos morosos. Para los cinco bancos analizados en la tabla 1 se estima una cartera vencida total de 109,809 millones de euros. En julio de 2016 la ABE calificó al banco más antiguo del mundo, Monte dei Paschi de Siena (MPS) como la entidad más débil en Europa, tras evaluar las 51 entidades financieras.
El FMI aseguró que la banca italiana carga con una gran cartera de créditos morosos con un costo de alrededor 360.000 millones de euros, equivalentes a 22% de su PIB. Funcionarios del FMI sostuvieron que este problema llevó al alza del riesgo país y las primas de interés de Italia.
Mientras tanto el banco MPS bajo el plan que dictó el BCE con el fin de reducir su cartera vencida, comenzó con la venta y titulización de 27.700 millones de créditos malos. Y trató de reducir su volumen de créditos dudosos de 49.900 millones de euros a 32.600 millones. Sin ayuda del gobierno italiano, MPS aumentó en 5.000 millones su capital. Finalmente el 9 de diciembre del 2016 Monte dei Paschi quebró.
La debilidad fue notada en los mercados a mediados del 2015 cuando los precios de las acciones de los bancos comenzarón a caer. Entre junio 2015 y octubre del 2016 cayeron 86% las de MPS, las de Unicredit 67%, Banco Popolare 80% y UBI Banca 70%.
El Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) crearon el Fondo Atlante como “banco malo” para canalizar las carteras vencidas. Una parte de la cartera de MPS está en dicha institución. El gobierno italiano ha creado un fondo de 20,000 millones de euros para recapitalizar toda la banca italiana. De esto es incierto cuanto llegara a MPS y si en efecto lo podrán rescatar o ayudarlo a una muerte dulce. Mientras la Unión Bancaria se debate.