El capitalismo como civilización ha entrado en un proceso de declive irrefrenable, ante la imposibilidad de que mediante el proceso de financiarización lograra revertir su crisis final. La contracción económica desde finales de los años sesenta en los países del capitalismo y la crisis de 2008, deben ser observadas no como fenómenos pasajeros, sino como una tendencia de larga duración.
Hace algunos meses diversos "especialistas" como Ed Morse, jefe de commodities de Citybank proyectaron que Estados Unidos tendría la capacidad de inaugurar una "Nueva Era de Oro del Petróleo", llegando incluso a recuperar su independencia energética. Sin embargo, las realidades del planeta chocan con dichos pronósticos, el "petróleo fácil" está en vías de extinción y el "petróleo difícil" - de difícil acceso - es sumamente costoso y riesgoso de extraer, además de presentar fuerte oposición entre grupos ecologistas.
La insostenibilidad del crecimiento económico infinito en un planeta con recursos finitos, pone contra la pared el sentido de desarrollo capitalista, y las múltiples crisis de los ultimos años encienden las alarmas para evitar el colapso. Ante la aparente falta de alternativas ante el sistema economico vigente, el "decrecimiento" va ganando espacio como la esperanza para la sobrevivencia de la humanidad y la recuperacion del equilibrio del medio ambiente.
