En 2014, la riqueza total del país ascendió a 76,7 billones de pesos. El 37% de ella estaba en manos de los hogares; el gobierno administraba el 23%, las empresas privadas el 19%, las empresas públicas el 9%, el resto del mundo poseía el 7% y las instituciones financieras el 5%. En promedio cada hogar tendría, si hubiera una distribución equitativa, 900.000 pesos en activos físicos (casas, terrenos, automóviles y diversos bienes del hogar), y financieros (dinero e inversiones financieras), monto que sería más que suficiente para que las personas tuvieran una vida holgada: cerca de 400.000 pesos por adulto, en promedio.
Lamentablemente la repartición es muy desigual. Dos terceras partes de la riqueza están en manos del 10% más rico del país y el 1% de los muy ricos acaparan más de un tercio. Por ello, el coeficiente de Gini de la riqueza es de 0,791 . La distribución es todavía más desigual en los activos financieros: el 80% es propiedad del 10% más rico. En 2015 había en el país tan sólo 211.000 contratos de mexicanos celebrados en casas de bolsa, con una inversión total por 16 billones de pesos, el 22% de la riqueza nacional. El 11% de los contratos tienen un monto de inversión mayor a 500 millones de pesos y suman el 79,5% del total de la inversión.
Es decir, hay 23.000 personas (si asumimos un contrato por persona), que tienen el 80% de la inversión de la Bolsa Mexicana de Valores. Por ello México está presente en la lista de la revista Forbes, así como en los reportes que han elaborado las instituciones financieras encargadas de gestionar los fondos patrimoniales, quienes ven en el país un mercado al cual atender. En los últimos once años, entre 2003 y 2014, la riqueza del país aumentó a una tasa promedio anual de 7,9%, en términos reales, por lo que México duplicó el monto de su riqueza entre 2004 y 2014. En cambio, el producto interno bruto tuvo un magro crecimiento de 2,6% promedio anual en el mismo período. Esta disparidad entre el ritmo de aumento del producto y el de la riqueza provoca una mayor desigualdad. Aquellos que disponen de activos financieros han visto incrementar su ingreso y patrimonio a un ritmo mayor que los trabajadores, cuyo ingreso y riqueza depende tan sólo de las percepciones producto de su empleo.
En los últimos años la tasa media de rendimiento del capital ha sido del 15% promedio anual (con un rango que va de 12% al 22%), mientras que el salario mínimo ha tenido un aumento promedio anual del 4% y las remuneraciones medias por persona ocupada de 3,8% promedio anual. Pese al bajo crecimiento de la economía, que preocupa a la mayoría de los economistas del país, la riqueza ha aumentado, principalmente la financiera. En 2014 los extranjeros tenían el 7% de la riqueza nacional, es decir, 5,4 billones de pesos (687,5 mil millones de dólares PPA). Por ello, en México el producto interno bruto fue 2% mayor al 1 Cifras ajustadas de la Encuesta Nacional sobre Niveles de Vida de los Hogares 2002 (véase el capítulo III.3 para la metodología de ajuste).
La distribución y desigualdad de los activos financieros… 8 ingreso nacional (ha llegado a representar en algunos años más del 3%). Cada año hay una transferencia neta de recursos hacia el exterior de 500.000 millones de pesos (62.000 millones de dólares PPA). Además, la economía nacional tiene un pasivo de 5 billones de pesos —deuda del gobierno pero principalmente de las empresas—, que se financia con 5,5 billones de pesos del exterior. Todo ello hace de México un país muy dependiente de los vaivenes del exterior.