Fecha: Jueves, Enero 12, 2017 - 13:34
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Los dos principales acuerdos sobre la mesa, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por su sigla en inglés) y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (ATCI), están prácticamente muertos luego de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. No es sólo que los acuerdos comerciales de hoy se extienden a muchas otras áreas de políticas, como la salud y las regulaciones sobre seguridad, las patentes y los derechos de propiedad intelectual, las regulaciones para cuentas de capital y los derechos de los inversores. Los acuerdos comerciales más nuevos incorporan reglas sobre "propiedad intelectual", flujos de capital y protecciones a la inversión que están esencialmente destinadas a generar y preservar las ganancias de las instituciones financieras y las empresas multinacionales a expensas de otros objetivos políticos legítimos. La argumentación económica estándar para el comercio es doméstica. Habrá ganadores y perdedores, pero la liberalización comercial agranda el tamaño de la torta económica en casa. Las políticas comerciales impulsadas por un lobby político e intereses especiales domésticos son políticas proteccionistas. Pueden tener consecuencias proteccionistas, pero ese no es su motivo. Reflejan asimetrías de poder y fallas políticas al interior de las sociedades. Fuente: |
Fecha: Miércoles, Enero 11, 2017 - 11:16
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Después del devastador choque de valores estadounidense de 1929, Estado Unidos introdujo la Ley Glass-Steagall en 1933 para evitar que esto sucediera de nuevo. Pero los flujos internacionales de capital se aflojaron una vez más en la década de 1970 con el fin del sistema de Bretton Woods. La creación del mercado del eurodólar en Londres en los años setenta también ayudó a eliminar las restricciones al movimiento de capital. Desde entonces, el ciclo financiero se ha vuelto más pronunciado en los Estado Unidos, con mayores máximos y mínimos más bajos. Fuente: |