América Latina experimentó una disminución en la desigualdad del ingreso familiar en la década de 2000, en agudo contraste con la creciente desigualdad en otras regiones del mundo. Esto se ha atribuido a la política macroeconómica, el gasto social y el mayor rendimiento de la educación.
Este documento explora este tema desde una perspectiva de género al evaluar econométricamente cómo los cambios en la estructura económica y las políticas han afectado el empleo y las tasas de desempleo de género, así como la desigualdad de género en estas variables, utilizando datos de panel a nivel nacional para un conjunto de 18 países latinoamericanos entre 1990 y 2010.
Tres variables se destacan por tener efectos uniformes de igualdad de género en el mercado laboral: gasto social, salarios mínimos e inversión pública. Menos importantes o consistentes fueron los efectos de los factores externos (como los términos de intercambio), la estructura económica y el crecimiento del PIB.