El presente artículo aborda el caso del aluminio, metal que es empleado en diversos productos, desde una lata de refresco, hasta un automóvil. Para mejor precisión se debe tener en cuenta que cada vez que una persona abre una lata de refresco, jugo o cerveza el consumidor está pagando una fracción de un centavo más, todo esto debido a una maniobra astuta de Goldman Sachs, uno de los grupos de banca de inversión y valores más grandes del mundo.
Más de una cuarta parte de la oferta de aluminio en el mercado se mantiene en los almacenes del área de Detroit de la compañía perteneciente a Goldman Sachs, que cuenta con 27 naves industriales, donde una subsidiaria de Goldman almacena el aluminio de los clientes. Cada día, una flota de camiones mueve de un almacén a otro cerca de 1,500 libras de aluminio entre los almacenes.
Está estrategia consiste en alargar el tiempo de espera en que el metal comerciado en el mercado spot llega a los compradores, ya que por cada día que las barras de aluminio permanezcan en los almacenes de Goldman Sachs está compañía aumenta sus ganancias, debido a que el costo de almacenamiento es un componente importante de la "prima", añadido al precio de todo el aluminio que se vende en el mercado spot, los retrasos significan precios más altos para casi todo el mundo.
La London Metal Exchange, encargada de supervisar las 719 bodegas de todo el mundo, lejos de actuar cómo un agente que se encargue de regular el tiempo de espera en las entregas de este metal, ha hecho caso omiso ya que recibe el 1% de la renta recaudado por sus bodegas de todo el mundo. Hasta el año pasado, que era propiedad de los miembros, incluyendo Goldman, Barclays y Citigroup.
Lo que nos indica que ahora los bancos están totalmente inmersos en la compra de ciertas materias primas. Algunos inversores y analistas aseguran que los bancos, han contribuido al aumento elevado en los precios de las materias primas.
En 2011, por ejemplo, una nota interna Goldman sugirió que la especulación de los inversionistas representó alrededor de un tercio del precio de un barril de petróleo.
El senador Sherrod Brown, perteneciente al partido demócrata de Ohio recientemente declaro que "Se deberían hacer préstamos, no manipular los mercados para hacer subir los precios de los fabricantes y exponer al sistema financiero a riesgos innecesarios."
Sin embargo la problemática aun no acaba ya que no solamente Goldman se ha beneficiado de su incursión lucrativa en el mercado del aluminio, JPMorgan ha incursionado en el mercado del cobre, un producto industrial que es tan ampliamente utilizado en los hogares, la electrónica, los automóviles y otros productos. En 2010, JPMorgan realizo una enorme ola de compras en el mercado del cobre, resultado de esto a las pocas semanas dicho banco tenían en su poder cerca de 1.5 billones de dólares en cobre, los precios del cobre se dispararon en respuesta.
Todo esto sin duda afecta a los consumidores quienes son los que terminar pagando más por productos tan variados como equipo de casa cañerías, automóviles, teléfonos celulares y televisores de pantalla plana.
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