Después de 30 años de liberalización financiera, los países en desarrollo están crecientemente utilizando técnicas para regular los flujos de capital que entran y salen de sus países. El lento proceso de aceptación del uso de regulaciones de la cuenta de capital fue motivado por las recurrentes crisis financieras durante la década de 1990, y acelerado después de la crisis financiera global del 2008, la cual puso de manifiesto los riesgos asociados a la libre movilidad de flujos globales de dinero.
América Latina es un claro ejemplo de una región que en las décadas de 1980 y 1990, bajo la condicionalidad y el asesoramiento del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, ejecutó la liberalización financiera sufriendo varias crisis financieras.
Las regulaciones de la cuenta de capital, también conocidas como controles de capital, apuntan a reducir los riesgos asociados con la volatilidad de los flujos de capital, como también proteger y promover la actividad económica y la creación de empleo.
Argentina, Brasil y Costa Rica se encuentran entre los países que recientemente han implementado regulaciones de la cuenta capital. Después de la crisis financiera de 2001 que arrastró a la mitad de la población a la pobreza, Argentina implementó sucesivas regulaciones sobre la entrada y salida de capitales. Desde el año 2005 las inversiones extranjeras a corto plazo son sujetas a un encaje no remunerativo del 30% del valor de la inversión, el cual es resguardado en el Banco Central por un año. Esta regulación ha sido eficaz en suavizar la entrada de capitales en los períodos de auge, reducir la volatilidad del tipo de cambio y aumentar el espacio de la política monetaria.
En 2009 Brasil implementó impuestos a la inversión extranjera en el mercado local de acciones y bonos. El objetivo de estos impuestos es impedir que los flujos especulativos aprecien el tipo de cambio. Los impuestos implementados han demostrado cierta eficacia en reducir la aceleración de los flujos y la apreciación de la moneda. De esta manera, el impuesto contribuye a proteger el empleo. Sin embargo, todavía son fuertes los incentivos y los beneficios recibidos por el sector financiero: las altas tasas de interés y exenciones fiscales a inversores extranjeros son algunos de estos incentivos que estimulan la entrada de capitales de corto plazo.
A pesar de 20 años de liberalización, en septiembre de 2011 Costa Rica decidió establecer un encaje a los préstamos externos a corto plazo recibidos por los bancos y otras entidades financieras. Aunque la medida representa un cambio a la liberalización de las décadas anteriores, es sólo un primer paso y necesita ser fortalecida con medidas adicionales.
El informe analiza la evidencia disponible sobre el impacto de las medidas aplicadas en estos países. Estos estudios de caso subrayan la utilidad de las regulaciones de la cuenta de capital no sólo en el logro de la estabilidad financiera, sino también en prevenir apreciaciones no deseadas del tipo de cambio y fortalecer la política monetaria. El informe destaca el papel del manejo de la cuenta de capital en promover objetivos de desarrollo más amplios, como la creación de empleo y la reducción de la pobreza.