En momentos en que Goldman Sach se encuentra demandado por la comisión de valores y por sus propios accionistas por el manejo negligente de riesgos de sus clientes, lo que esta siendo juzgado es la moralidad de todo el sistema financiero. Puesto que no produce bienes ni servicios, ha sido evidente que ha servido solamente para enriquecer a sus gerentes, incluso las personas adentro de estas instituciones no pueden negar el engaño que llevan a cabo con sus productos financieros, tal como quedó evidenciado en la carta que envió a su pareja Fabrice Tourre, trabajador de GS narrando su plena conciencia de los actos.