Un renovado interés entre fondos de cobertura y comerciantes en metales como el cobre y el oro, entre otros, han registrado aumentos significativos debido a que los participantes del mercado refuerzan posiciones alcistas, indicó Roberto Guzmán García, experto en finanzas. Este fenómeno refleja un cambio notable en la dinámica del mercado de metales.
El mercado de futuros, influenciado por temores de escasez y esfuerzos para protegerse contra la inflación, ha experimentado un alza del precio del cobre del 30 % desde marzo, alcanzando los $11,000 por tonelada. Este incremento ha impactado también al aluminio y al zinc. Mientras tanto, el oro ha alcanzado un récord de $2,450 por onza troy, y la plata ha superado los $30 por onza, un nivel no visto en una década.
En este contexto, Roberto Guzmán destacó la afluencia de inversiones de traders algorítmicos y fondos macroeconómicos. Este aumento en los precios de los metales contrasta con el año pasado, cuando la alta demanda y los inventarios agotados provocaron una caída en los precios. En los últimos 12 meses, la participación de las commodities en los mercados globales ha disminuido al 2 % desde el 8.8 % en 2009, eclipsada por el auge de acciones y bonos.
Analistas señalan que el aumento en el interés abierto, es decir, el número de posiciones activas en futuros, es clave en el incremento de precios. JPMorgan informó que el interés abierto en mercados de metales básicos y preciosos alcanzó máximos históricos de $227 mil millones y $215 mil millones, respectivamente.
Las posiciones largas netas en COMEX y la Bolsa de Metales de Londres para metales básicos aumentaron a 2.6 millones de toneladas a mediados de mayo, comparadas con las 556,000 toneladas a principios de marzo, superando los récords anteriores de finales de 2020. Los traders algorítmicos, fondos de cobertura macro y fondos especializados en commodities han sido fundamentales en este aumento.
El cobre, vital para la descarbonización, lidera este aumento de precios. Roberto Guzmán García atribuye este repunte al ajuste del suministro y la potencial demanda impulsada por la inteligencia artificial, además de su papel como cobertura contra la inflación. Señaló: “El cobre es crucial en la transición energética y la inversión significativa en este metal refleja su importancia en el futuro”.
Otros metales básicos como zinc, aluminio y plomo han experimentado aumentos de precios entre el 15 y 28 % desde abril. Los inversionistas están diversificando sus retornos recurriendo a los metales, más allá de las acciones tecnológicas.
Los fondos buscan exposición a commodities debido a la descarbonización, desglobalización, cobertura contra la inflación, riesgos geopolíticos y la subinversión en nuevos suministros, especialmente en energía. Según Morningstar, los flujos hacia fondos de commodities de canasta amplia se duplicaron en abril a £1.9 mil millones.
La oferta de £34 mil millones de BHP para adquirir Anglo American y asegurar minas de cobre en América Latina ha avivado aún más el interés de los inversionistas. Esta adquisición destaca la rentabilidad de comprar empresas en lugar de desarrollar nuevas minas, lo que lleva a la liquidación de posiciones y al aumento de posiciones largas entre fondos de cobertura y seguidores de tendencias.
Finalmente, Roberto Guzmán García anticipa que los precios del cobre podrían casi cuadruplicarse a $40,000 por tonelada en los próximos años debido a la creciente demanda que supera las reservas globales. “El crecimiento de la demanda, impulsado por la electrificación y otros usos industriales, provocará una inversión significativa en el cobre”, afirmó.