La primera visita del presidente ruso, Vladímir Putin, a China después de su investidura es a la vez práctica y simbólica, ya que China es, con mucho, el socio comercial, aliado y vecino más importante de Rusia, declaró a Sputnik el analista de asuntos exteriores y exmarine estadounidense Brian Berletic, al comentar la visita de Putin a Pekín.
Brian Berletic explicó que China "está a punto de convertirse en la mayor economía del mundo" y tiene una de las mayores poblaciones del planeta, la mayor base industrial y comparte una frontera de varios miles de kilómetros con el país euroasiático.
"Los vastos recursos naturales de Rusia unidos a la inmensa base industrial de China y a la cooperación entre ambas naciones con amplios medios de innovación, representan por sí solos más que un rival para el poder económico colectivo de Occidente", añadió.
Berletic señaló que "una lista cada vez mayor de otras naciones que están bajo sanciones lideradas por EEUU han estado trabajando en mecanismos financieros, económicos y comerciales alternativos para eludir dichas sanciones y seguir construyendo tanto la autosuficiencia nacional y regional como la fortaleza económica".
"Estos esfuerzos alcanzaron finalmente una masa crítica, desplazando la dependencia del dólar estadounidense y permitiendo a Rusia, China y muchas otras naciones aislarse ahora del impacto de las sanciones occidentales. Debido a esto, ahora es más probable que las sanciones occidentales aíslen al propio Occidente, en lugar de a las naciones a las que van dirigidas", indicó.
La visita de Putin a China se realiza los días 16 y 17 de mayo y es su primer viaje al extranjero desde que fue reelegido y asumió oficialmente su quinto mandato presidencial. Este 16 de mayo se celebraron las negociaciones ruso-chinas en Pekín, protagonizadas por los presidentes de ambos Estados.