La hiperinflación es fenómeno donde los precios se elevan rápidamente por encima del 50% mensual, al mismo tiempo que la moneda pierde su valor real y la población tiene una evidente reducción en su patrimonio monetario. En este texto, se quiere argumentar que hay elementos no monetarios1,2 que han contribuido a este fenómeno
ARGENTINA
El país del tango y del futbol (Los más recientes campeones del mundo) a lo largo de su historia, ha padecido numerosos ciclos inflacionarios, cuatro hiperinflaciones y sólo algunos períodos cortos de estabilidad de precios. En términos estadísticos de los últimos 210 años registran una tasa de inflación, regularmente alta con un máximo histórico de 3,079.5% en el año 1989 y una proyección estimada interanual para el año 2023 de 150%.
En la siguiente figura podemos observar el comportamiento de la inflación desde 1910 al 2020
Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina. BCSF
Argentina se encuentra en un proceso electoral y uno de los temas de mayor importancia por parte de los principales candidatos es solucionar el tema de la hiperinflación. El candidato libertario Javier Milei, ganador de las elecciones primarias celebradas el 14 de agosto del 2023, dijo al diario “El País”: que iba a terminar con la inflación, que devasta históricamente la Argentina, propone eliminar el banco central para que el país no pueda emitir moneda. Así mismo;recordando al peruano Pedro Beltrán dijo que la eliminación de la máquina de emitir moneda terminará con la inflación, porque siempre es un fenómeno monetario. El paso siguiente es dolarizar la economía, una versión radical de la convertibilidad del peso que en los años 90 redujo la inflación a un dígito. “A partir de 1993, Argentina fue el país con menos inflación del mundo. Fue el programa más exitoso de la historia argentina”, dijo Milei a ese periódico. El candidato no recuerda la crisis del 2001 donde desembocó.
Durante su historia, la Argentina ha implementado una serie de medidas para controlarla.
A inicios de los años 90, el entonces ministro de economía Domingo Cavallo, introdujo la ley de convertibilidad, que establecía una paridad fija del peso argentino al dólar estadounidense, al contrario de lo que propone el teórico neoliberal austriaco Ludwen Einrich von Mises. Hubo además una reforma monetaria que le quito 4 ceros al peso y así un peso argentino pasó a valer lo mismo que un dólar. A este período se lo llamó popularmente el "uno a uno". Esta medida se conoce como ancla rígida por que el dólar se convierte en la unidad de referencia. No liberalizaron el mercado cambiario, cuando la inflación bajó a un digito y el FMI avaló esto con un crédito grande. El final fue un colapso económico, político y social en el 2001. La flotación del tipo de cambio a inicios del 2002 sinceró la devaluación de la moneda y disparó la pobreza, que afectó a dos de cada tres argentinos.
El próximo gobierno deberá enfrentar no solo el aspecto monetario si nos también aspectos de la subida de los precios por efectos climáticos que la vienen afectando.
VENEZUELA
El país del joropo y del petróleo, observa desde el año 2015 una subida de los precios cuando comienzan a registrarse tasas por encima del 100 %, por efecto de la represalia de los Estados Unidos. El año 2017 la inflación subió a 2,616 % anuales, en 2018 sumó 65,374 % y luego de algunas medidas antiinflacionarias se redujo en 2019 a 19,906 %. Es la hiperinflación más grande que haya sufrido un país americano, similar a la de Alemania en 1923.
En el siguiente cuadro podremos observar el comportamiento de la inflación en Venezuela desde el año 1979 al 2022.
Fuente: UCAB-Banco Central de Venezuela
En el cuadro podemos observar que los últimos años a partir del 2017 una variación de los precios, con intentos de controlarlo como en al año 2019.
¿Qué desencadeno esta situación en la economía Venezolana?
Las causas de la inflación son la caída del precio del petróleo en determinado momento, las sanciones impuestas por EE.UU, Canadá y la Unión Europea, un déficit fiscal no financiado, entre otras que ha impactado negativamente en la economía de Venezuela.
Las consecuencias más importantes que se puede señalar son: La desconfianza en la moneda nacional e incremento de transacciones en moneda extranjera; la pérdida del valor de la moneda (Bolívar) y la subsecuente dolarización de la economía; que en una espiral lleva al reajuste de los salarios, desaceleración de la economía, incremento del desempleo, se instala la incertidumbre y la emigración masiva.
Para superar esta crisis el gobierno ha ido desarrollando una serie de medidas entre las que podemos señalar: reducción de gastos por parte del estado, restricciones al crédito bancario, eliminación del subsidio a la gasolina, apertura del mercado cambiario, entre otras. El resultado es que a agosto del año 2023 se reporta una tasa interanual del orden del 423%.
Mientras EE. UU continue con las represalias económicas difícilmente se podrá detener la emigración y el control de la inflación no llegará a buen puerto.
Los dos países que enfrentan esta situación, se ven obligados a tomar medidas monetarias, sin embargo, los aspectos no monetarios serán difíciles de controlar. Algunos países que han atravesado por esta circunstancia, pueden mostrar lo doloroso que es tomar estas medidas, a través de un programa serio y responsable. Como dijo el ministro de economía peruano en su momento Gustavo Miller: “que dios los ayude”.