Los principales acreedores extranjeros de EEUU están empezando a pensarse dos veces si financiar al gobierno de este país ahora que Donald Trump ocupa la Casa Blanca. También es cierto que las necesidades de los bancos centrales de estos países pueden estar propiciando parte de las ventas de esta deuda, no obstante, los últimos datos también puede ser una llamada de atención para Donald Trump.
Si los inversores extranjeros reducen sus compras de bonos del Tesoro, la Reserva Federal comienza a reducir su balance (en el que tiene 2,45 billones de bonos del Tesoro) y Trump comienza a gastar todo lo prometido (lo que incrementará el déficit público), la mezcla puede ser un tanto explosiva para los rendimientos de la deuda pública de la mayor potencia económica del mundo.
En Japón, que es principal tenedor de bonos del Tesoro de Estados Unidos (ligeramente por encima de China), los inversores realizaron el mayor volumen de ventas netas de bonos del Tesoro de EEUU en casi cuatro años (según datos del mes de diciembre). Pero no se trata solo de los japoneses, en todo el mundo, los extranjeros están dejando de lado la deuda pública de esta economía como no lo habían hecho nunca, según aseguran desde el portal financiero Bloomberg.
Desde Tokio hasta Pekín, pasando por Londres, el consenso es claro: pocos inversores extranjeros quieren apostar por los 13,9 billones de dólares del Tesoro de EEUU que circulan por los mercados. Las perspectivas de mayores déficits públicos, una inflación al alza, junto con las expectativas de subidas de tipos de la Fed, están haciendo que la deuda norteamericana parezca menos segura para los inversores extranjeros. Además, Trump y su discurso provocativo, también podrían estar siendo un lastre para las inversiones en bonos del Tesoro americano.
"Ahora podría ser más difícil de lo habitual que los japoneses inviertan en el Tesoro y el dólar este año, debido a la incertidumbre política", asegura Kenta Inoue, estratega jefe de inversión en bonos extranjeros en Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities en Tokio. "Los rendimientos del Tesoro podrían volver a subir rápidamente en un futuro, lo que va a seguir desanimando a los inversores".
Aún así, nadie se atreve a decir que los extranjeros vayan a abandonar por completo los bonos del Tesoro. Después de todo, aún conservan 5,94 billones de dólares, o aproximadamente un 43% del mercado de deuda del gobierno estadounidense (aunque esto represente una caída desde 56% en 2008.) Una retirada significativa y rápida puede dañar a los principales poseedores, como son Japón y China. Es decir, aunque Washington puede ser el gran perjudicado, si los bonos del Tesoro reducen su precio drásticamente, los grandes tenedores extranjeros sufrirán un descenso del valor de sus carteras o reservas de divisas.
Por ahora, la demanda nacional ha sido capaz de absorber la disminución en las ventas en el extranjero. El rendimiento del bono de EEUU a a 10 años se encuentra relativamente estable, pagando un interés que oscila entre el 2,3 y 2,5% en los últimos meses. No obstante, las dudas pueden comenzar a crecer si la Reserva Federal comienza a reducir su balance justo ahora que los inversores extranjeros muestras sus reticencias a la hora de poner su dinero en deuda pública de EEUU.
Sin embargo, cualquier disminución constante de la demanda extranjera podría tener consecuencias a largo plazo en la capacidad de Estados Unidos para financiarse a precios relativamente bajos, especialmente teniendo en cuenta los ambiciosos planes de Trump para incrementar el gasto en infraestructuras, recortar los impuestos y poner a 'Estados Unidos primero'. El presidente ha apuntado contra Japón y a China, los dos principales acreedores extranjeros, acusando a estos países de devaluar sus divisas para conseguir ventajas comerciales.
Trump debe tener cuidado con las acusaciones que realiza, sobre todo cuando incluye a los grandes acreedores de EUUU. En una guerra comercial todo es posible, y estos países cuentan con un gran 'arma nuclear financiera', cientos de miles de millones de dólares en bonos del Tesoro americano.