Geoestrategia financiera BRICS. Creación de un mercado de derivados
Leonel Carranco Guerra
Miembro del OBELA-IIEc/UNAM
15 de julio del 2014
1.-Hacia el nuevo orden financiero internacional
Las decisiones de geoestrategia financiera de los BRICS[1] en la sexta reunión, serán el comienzo de los nuevos pilares en el orden financiero internacional. Estos se convertirán en los contrapesos al Banco Mundial y al FMI, los cuales son:
a) La creación de un Banco de Desarrollo BRICS con un capital asignado de 100 mil millones de dólares el cual tendrá como objetivo el financiar proyectos de infraestructura estratégicos para los países integrantes del BRICS. Se analizará la posibilidad de financiamiento a países no integrantes.
b) Fondo de Reservas[2]: En esta reunión es muy posible la creación de un fondo financiero para contrarrestar los ataques monetarios de la “guerra de divisas” que tanto afectan a los tipos de cambio, al comercio y a las empresas. Este fondo tendrá un capital de 100 mil millones de dólares.
2.-Propuesta del Mercado de derivados BRICS
Uno de los mecanismos geoestratégicos de desestabilización es la manipulación financiera de los precios internacionales de los activos financieros por medio de los mercados de derivados. El valor del mercado de derivados a finales del año 2013, según el BIS[3], es de 710.18 billones de dólares mientras que el PIB mundial, según el factbook de la CIA, es de 87.25 billones de dólares[4].
En la actualidad es inaudito que los bancos que integran la London Bullion Market Association[5] (que por cierto sus orígenes están basados en el oro sustraído de Brasil y transportado a Londres a finales del siglo XVII) manipulen el precio internacional de la plata, y el oro a través del mercado de derivados[6].
Con los derivados también se manipulan los tipos de cambio, tasas de interés[7], precios de los energéticos y de los productos agrícolas. Este fenómeno tiene otro epicentro además de Londres y es por medio del Chicago Mercantil Exchange Group (CME Group).
Los grandes bancos estadounidenses tienen una gran influencia en los precios financieros del oro utilizando herramientas, entre otras, como los mini-flashes-crashes (Mfc) en los mercados de derivados. Según Paul Craig Roberts (ex subsecretario del Tesoro en el gobierno de Reagan) comenta que los Mfc producidos por grandes bancos como Goldman Sachs y JP Morgan en el precio del oro llegan a proporcionar apoyo al dólar cuando este se encuentra debilitado[8].
Pero dado que el dólar es el referente de los precios internacionales, este “apoyo” a la divisa estadounidense también afecta a los precios de los granos, a los tipos de cambio monetario, a las tasas de interés, y estos dos últimos tienen influencia en las estructuras financieras y productivas de las empresas; también pueden inducir un movimiento repentino de los capitales trasnacionales de corto plazo y todo esto puede llegar hasta desestabilizar a la balanza de pagos.
La manipulación de los precios financieros por medio de los mercados de derivados crea vulnerabilidades en los países en desarrollo y es por eso la necesidad de la creación de un mercado de derivados de los BRICS que amortigüe la volatilidad internacional de los precios provocado por shocks especulativos de los grandes bancos trasnacionales de las grandes plazas financieras en Estados Unidos e Inglaterra.
[1]Acrónimo de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica
[2]Prensa Latina (2014), Cumbre de los BRICS en Brasil arranca con cita de los ministros, ver: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&idioma=1&id=2878741&Itemid=1, 14 de julio del 2014
[3]BIS (2014), OTC derivatives statistics at end-december 2013. Revisar en: http://www.bis.org/publ/otc_hy1405.pdf , mayo del 2014
[4]CIA, Factbook, ver: https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/geos/xx.html
[5]Los bancos integrantes del LBMA son 5 bancos (Barclays, Deutsche Bank, Bank of Novia Scotia, Hsbc, Societé Generale)
[6]DealBook (2014), Banks sued on claims of Fixing price of gold, New York Times, 5 mayo del 2014.
[7]CNN Money (2012), Big Banks at center of interest rate probe, ver: http://money.cnn.com/2012/03/11/markets/bondcenter/interest-rate-manipulation/, 11 de marzo del 2012
[8]Schiff, Peter, The gold Price is fixed. So What?, Euro Pacific, mayo del 2014, ver: http://www.europacmetals.com/Portals/0/newsletters/may2014.html
Entre 2003 y 2011, el comercio entre los paises sudamericanos tuvo un muy buen desempeño, que superó el dinamismo de las exportaciones mundiales y de la región hacia el resto del mundo.
Este estudio examina los atributos más relevantes del intercambio intrasudamericano durante el período mencionado y analiza en detalle los flujos de comercio intraindustrial, tanto de manufacturas como de productos basados en recursos naturales.
Los resultados obtenidos contribuyen al debate sobre la integración sudamericana y permiten extraer conclusiones relevantes tanto para los hacedores de política como para el sector privado.
Geopolítica del Banco BRICS: estrategia y cooperación financiera
Ariel Noyola Rodríguez[1]
I. Introducción
La «Declaración de Fortaleza» contiene grosso modo, las conclusiones y perspectivas de integración al término de la VI Cumbre del BRICS, realizada del 14 al 16 de julio en Brasil. A través un documento[2] de 72 puntos de carácter oficial, el grupo pentapartita integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica –que aglutina 40% de la población, 26% de la superficie terrestre, 27% de la producción y 21% del PIB mundial- reafirmó su compromiso con el derecho internacional, el multilateralismo político, el desarrollo económico, la equidad social, el crecimiento sostenible y la preservación del medio ambiente.
En materia política, el bloque resaltó su preocupación por la creciente inestabilidad geopolítica derivada de los conflictos armados en Afganistán, República Centroafricana, Sudán del Sur, Siria, Ucrania y más recientemente en la Franja de Gaza. Además de hacer un llamado a favor de una reforma profunda de la Organización de Naciones Unidas (ONU), orientada a resolver los conflictos de manera pacífica y colectiva; China y Rusia expresaron su apoyo a Brasil e India para conseguir un asiento permanente en el Consejo de Seguridad, y en el caso de Sudáfrica, sumarán esfuerzos para aumentar su participación en el concierto internacional.
En materia económica, celebraron la creación de nuevos mecanismos de cooperación financiera para reducir los impactos de las fluctuaciones del dólar y el cierre de los circuitos de financiamiento externo en coyunturas críticas. Un Acuerdo de Reservas de Contingencia (CRA por sus siglas en inglés) y un nuevo banco de desarrollo (Banco BRICS), constituyen las semillas de una arquitectura financiera que intentará por un lado, avanzar en la construcción de un nuevo orden mundial con la mira puesta en ampliar la representación de la periferia capitalista en la toma de decisiones globales y por otro, contrarrestar la unipolaridad del dólar en los mercados financieros internacionales.
II. La crisis de la unipolaridad del dólar
El segundo día de la Cumbre realizada en la ciudad de Fortaleza, el bloque hizo hincapié en la gravedad y débil recuperación de la crisis económica iniciada en septiembre de 2008 en Estados Unidos con la quiebra de Lehman Brothers y contagiada al resto del mundo después, mediante la contracción del crédito internacional (credit crunch) en la primavera de 2009. La drástica reducción de las tasas de interés internacionales de los bancos centrales de los países industrializados, y la implementación de diversos programas de estímulo monetario por la Reserva Federal (Fed), el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra para evitar una depresión económica, aumentaron el atractivo de los activos financieros de renta variable de las economías de la periferia (acciones, commodities, bienes raíces, etc.).
Las bolsas de valores y los tipos de cambio se apreciaron como efecto del incremento de los flujos de capital de corto plazo reduciendo significativamente el dinamismo exportador y los ritmos de crecimiento económico observados de 2003 a 2009. Adicionalmente, el anuncio de mayo de 2013 de Ben Bernanke, anterior presidente de la Fed, de reducir el monto del programa de inyección de liquidez a medida que avanzara la recuperación del mercado de trabajo estadounidense, multiplicó la velocidad del efecto inverso del triple arbitraje de tasas de interés, tipos de cambio y precios de activos financieros. Según el Instituto de Finanzas Internacionales, las salidas de capitales de corto plazo de las economías denominadas “emergentes”, durante 2013 fueron de 1 billón 360 mil millones de dólares y para 2014 se calcula que serán de 1 billón 348 mil millones de dólares.[3]
El malestar de las elites de la periferia capitalista radica fundamentalmente en las acciones unilaterales de los bancos centrales del capitalismo central, las consecuencias generadas a través de los desequilibrios de las balazas de pagos y la falta de representatividad del Fondo Monetario Internacional (FMI). Como lo sostuvo el brasileño Celso Furtado en 1954, el FMI constituye en esencia, un instrumento de la política exterior estadounidense. Con todo, hay que considerar que bajo el capitalismo, el Estado no es antagónico al Mercado. En realidad, el nexo Estado-finanzas es estratégico como instrumento geopolítico clave para llevar a cabo la acumulación de capital a escala global en un contexto económico crecientemente internacionalizado. La acumulación capitalista no acontece en el vacío, sino en espacios acotados territorialmente, es global sólo en el sentido de que ocurre en una etapa muy avanzada de la integración del mercado mundial. Por lo anterior, la internacionalización económica coexiste en un contexto conflictivo de multipolaridad política. El punto número 18 de la Declaración Final de la VI Cumbre del BRICS, ejemplifica de manera nítida que la competencia interestatal es un rasgo imperativo del capitalismo contemporáneo:
Quedamos decepcionados y seriamente preocupados por la actual falta de aplicación del FMI de las reformas de 2010, lo que afecta negativamente la legitimidad, credibilidad y eficacia del FMI. El proceso de reforma del FMI se basa en compromisos de alto nivel, para fortalecer los recursos del Fondo y conducir a la modernización de su estructura de gobierno a fin de reflejar mejor el peso cada vez mayor de las economías emergentes en la economía mundial. El Fondo debe seguir siendo una institución basada en cuotas. Hacemos un llamado a los miembros del FMI para encontrar maneras de implementar la 14a revisión general de cuotas sin más demora. Reiteramos nuestro llamado al FMI para desarrollar opciones para seguir adelante en su proceso de reforma, con el fin de garantizar una mayor voz y representación de las economías emergentes.
Según datos del propio Fondo, el PIB de Estados Unidos representa 19.2% del PIB mundial y detenta un aplastante 16.75% del poder de voto, la economía China en cambio, constituye 16.1% de la economía mundial y apenas posee 3.81% en términos de representación por debajo de Japón (6.23%), Alemania (5.81%), Francia (4.29%) y Gran Bretaña (4.29%).[4] En el nivel de grupos, el G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña) concentra actualmente 43.09% del poder de voto y el BRICS apenas 11.03 por ciento. En virtud de que el Congreso de Estados Unidos nunca ratificó el nuevo sistema de cuotas del Fondo, el BRICS pasaría entonces de la inercia a la acción.
III. La creación de un Banco de Desarrollo BRICS
A más de dos años de distancia de haber sido anunciado por primera vez en la Cumbre de Nueva Delhi, el BRICS aprobó finalmente la creación de un nuevo banco de desarrollo (New Development Bank), denominado Banco BRICS, “con el fin de movilizar recursos para proyectos de infraestructura y de desarrollo sostenible del BRICS y de otras economías emergentes y en desarrollo”.[5] La institución tendrá inicialmente un capital autorizado de 100 mil millones de dólares y un capital suscrito de 50 mil millones de dólares. Algunos analistas prevén que en un lapso de dos décadas logre alcanzar un stock de préstamos de hasta 350 mil millones de dólares, con lo cual lograría superar los fondos disponibles del Banco Mundial.[6]
El poder de voto de cada miembro al ser repartido en partes iguales, rompe con la estructura vertical del FMI y el Banco Mundial. La membresía estará abierta a países integrantes de la ONU aunque los miembros del BRICS conservarán el control sobre 55% de las acciones del Banco. La sede principal estará en Shanghái, el centro neurálgico de negocios de China. Su primer presidente será indio, su primer director general brasileño y su primer gobernador, de origen ruso.
En cuanto a la operatividad, el bloque acordó que la presidencia del organismo multilateral será rotada entre sus miembros bajo el siguiente orden: India, Brasil, Rusia, Sudáfrica y China. La primera sede subregional se establecerá en Johannesburgo y será lanzada al mismo tiempo que la sede principal. Se contempla la creación de nuevas sedes subregionales en Brasil, Rusia e India, la segunda sede subregional será establecida en Brasil. En lo que se refiere al perfil del personal reclutado, será requisito indispensable cumplir con los méritos requeridos por el Consejo de Administración. Finalmente, para iniciar operaciones el acta fundacional del Banco BRICS requiere la aprobación de las legislaturas nacionales de sus cinco miembros, con ello podría iniciar el otorgamiento de préstamos a más tardar en dos años.
IV. En suma
El reto principal del Banco BRICS consiste en responder de manera oportuna a las necesidades de financiamiento de las economías periféricas. A excepción de China, que crece anualmente a tasas de crecimiento superiores a 7%, el resto de los miembros del BRICS enfrenta serias dificultades económicas al igual que la mayoría de los países de Suramérica, consecuencia de la dependencia estructural del capitalismo central. No es un dato menor que de manera sorpresiva, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, haya propuesto una alianza entre el Banco del Sur –cuya carta fundacional fue suscita en diciembre de 2007 por Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela- y el Banco BRICS para apoyar de manera conjunta el financiamiento de la región latinoamericana.
En este sentido, la construcción de mecanismos de cooperación financiera de carácter multilateral no debe ser entendida únicamente para apuntalar la acumulación capitalista. Es menester que el BRICS avance en la agenda de un auténtico orden mundial multipolar que no se reduzca, en palabras de Samir Amin, a “re-equilibrar el atlantismo”.[7] El rechazo del proyecto imperial impulsado por Washington en escala planetaria y la exigencia por la autodeterminación de las soberanías nacionales, deberán acompañarse de un cuestionamiento radical de las relaciones Norte-Sur en todas sus dimensiones.
[1]Miembro del Observatorio Económico de América Latina del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
[2]“Sixth BRICS Summit – Fortaleza Declaration” en Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil (Itamaraty), en <http://brics6.itamaraty.gov.br/media2/press-releases>. Fecha de publicación: 15-07-2014.
[3]Instituto de Finanzas Internacionales. May 2014 Capital Flows to Emerging Market Economies, en <http://www.iif.com/emr/capflows201405.php>. Fecha de publicación: 29-05-2014.
[4]Fondo Monetario Internacional. “Members' Quotas and Voting Power”, en <http://www.imf.org/external/np/sec/memdir/members.aspx>. Fecha de actualización más reciente: 16-07-2014.
[5]Ibídem.
[6]Griffith-Jones, Stephany. “Guest post: a new BRICS bank to mark global shift”, en Financial Times, en <http://blogs.ft.com/beyond-brics/2014/06/03/guest-post-a-new-brics-bank-to-mark-global-shift/?Authorised=false>. Fecha de publicación: 03-06-2014.
[7]Véase Amin, Samir. Por un Mundo multipolar. Ediciones El Viejo Topo: España, 2005.
EL REGRESO DE LAS DEUDA EXTERNAS
Argentina y el juicio del siglo en los Estados Unidos
Carlos Marichal
En las últimas semanas el tema de las deudas externas ha vuelto a colocarse en el candelero de las finanzas y de la política internacional debido a un juicio de la Suprema Corte de los Estados Unidos, que ha emitido una resolución en contra del gobierno de Argentina. Esta decisión evoca el profundo dilema que existe entre soberanía nacional y globalización financiera. Cuando un gobierno coloca deuda en los mercados internacionales, ofrece garantías de pagos que comprometen a sus contribuyentes al pago a mediano o largo plazo. Sin embargo, al venderse los bonos públicos se convierten en títulos privados que pueden convertirse en determinadas circunstancias en objeto de gigantescas especulaciones que pueden desencadenar bancarrotas de los Estados deudores.
Recordemos que en 2011 y 2012, España, Portugal y Grecia estuvieron sujetos a este tipo de especulaciones por parte de bancos e inversores quienes se beneficiaron de las abruptas subidas del premio (tasa de interés) de los bonos soberanos. En algún momento se temió que podría producirse una bancarrota soberana y, por consiguiente, el hundimiento de la moneda común, el euro. Fue la intervención de Mario Draghi, director del Banco Central Europeo, factor clave en disipar la burbuja de la especulación y el peligro de “default”. Pero el fantasma de la deuda sigue planeando y no tardará en regresar.
En el caso de América Latina, no pueden olvidarse la brutalidad y persistencia de las crisis de las deudas externas, tanto en los años de 1980 como en las crisis financieras de México en 1995, Brasil en 1998 y Argentina en 2001-2002. Cada una de estas debacles tuvo impactos económicos y sociales muy costosos y sus historias constituyen capítulos claves de la historia reciente de la globalización financiera.
La experiencia de Argentina al doblar el siglo fue de las más traumáticas. Hacia 2000 su gobierno comenzaba a hacer agua, y por ello solicitó un enorme rescate al Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, antes de concretarse, la confianza de los ahorradores e inversores se evaporó y las retiradas de dinero de los bancos argentinos comenzaron en gran escala. Con objeto de evitar el hundimiento de su administración, el presidente Fernando De la Rúa nombró a Domingo Cavallo como ministro de economía en abril de 2001 pero su plan, conocido como el “Megacanje” de las deudas públicas, fracasó debido a la falta de confianza de todos los actores económicos y financieros. El pánico bancario siguió su curso hasta que el ministro estableció un control sobre los depósitos en los bancos que fue bautizado popularmente como “el corralito”. A partir de ese momento el gobierno ya tenía sus días contados y en diciembre cayó tras revueltas populares cada vez más extendidas.
Después siguieron dos años marcados por una enorme inestabilidad política (con cuatro presidentes en un año y pico) y aumentos dramáticos del desempleo y de la pobreza. No sería hasta la elección a la presidencia argentina de Nestor Kirchner, político peronista de izquierdas, en mayo de 2003, que comenzó a vislumbrarse un posible cambio de rumbo. El nuevo gobierno tuvo la fortuna de contar con un aumento sostenido de las exportaciones agropecuarias pero igualmente importante fue su respuesta a la crisis financiera. Desde diciembre de 2001 el gobierno estaba en “default” sobre sus deudas, lo cual se debió en buena medida a la negativa explícita del FMI de activar el rescate. Para principios del año de 2004, la deuda externa alcanzaba la estratosférica cifra de 178,000 millones de dólares. A partir de repetidos viajes a Washington, el ministro de economía, Roberto Lavagna, con el apoyo muy firme de Kirchner, logró una reprogramación de las obligaciones con los principales organismos financieros multilaterales (FMI, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo). Luego se negoció con los acreedores privados garantías de pagos del servicio de los bonos externos a cambio de una reducción de su valor nominal que se estimaba en 100,000 millones de dólares en marzo de 2005: se alcanzó una quita de cerca de 55%, una de las mayores en la historia financiera internacional reciente.
Como consecuencia, el gobierno de Argentina fue marginada de los mercados de capitales internacionales pero durante los últimos diez años ha pagado el servicio acordado de la deuda de manera puntual todos los años, lo cual ya ha representado una transferencia de más de 100 mil millones de dólares a los tenedores de bonos y una reducción dramática de la deuda externa. Sin embargo, una pequeña porción de bonos que no entraron en el acuerdo fueron adquiridos por un par de fondos de inversión de los Estados Unidos que son conocidos como “fondos buitre” porque compran por centavos para luego tratar de cobrarlos a precios mucho más altos. Este negocio depende de la posibilidad de convencer a una corte de Nueva York que las compras especulativas deben reembolsarse al cien por cien de su valor nominal. Esto es lo que ocurrió hace unas semanas a partir de la decisión del juez Thomas P. Griesa de la Corte del Distrito Sur de la ciudad de Nueva York, que ha sido avalado por la instancia superior del sistema judicial norteamericano: en este caso, se sostiene que los reclamos de los especuladores serían de mayor valor jurídico que aquellos de un gobierno soberano.
El gobierno argentino ha respondido con dos estrategias complementarias. Por una parte ha ofrecido negociar con los fondos buitre durante este mes de julio, pero al mismo tiempo ha puesto en marcha una campaña política internacional para limitar los daños a su economía. Desde el lunes 7 de julio, el juez Griesa ha autorizado a un intermediario, el famoso abogado Daniel Pollack de Nueva York, para que supervise el proceso de negociaciones alucinantes en ciernes entre los especuladores y el gobierno de Argentina.
La respuesta internacional de solidaridad con Argentina ha sido impresionante. En primer término, ha logrado el apoyo de los gobiernos latinoamericanos, incluyendo los de Mercosur así como una resolución de apoyo de la Organización de Estados Americanos, aprobada el 4 de julio En segundo lugar, ha obtenido los apoyos de diversas instancias multilaterales, entre ellas, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y la agrupación de 77 países en Naciones Unidas conocida como G77. Pero, además, ha atraído la atención de dos grandes potencias, Rusia y China. En los días de 15 y 16 de julio se reúnen los presidentes del grupo de naciones conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en la ciudad de Fortaleza, Brasil. El presidente de Rusia, Vladimir Putin ha anunciado que después visitará a Buenos Aires para demostrar su apoyo en contra de los especuladores. Más importante aún, ha sido la declaración del presidente de China, Xi Jinping, quien también viajará a Argentina para firmar acuerdos comerciales y demostrar su apoyo en contra de los “fondos buitre” de Nueva York.
En resumidas cuentas, se trata de un episodio de geo/política y financiera de considerable impacto. Cabe preguntar: ¿cuál es el alcance de la soberanía de un gobierno y sobre todo de los contribuyentes en esta época de globalización financiera? Este es un problema medular que afecta a las democracias modernas. El principio fundamental del gobierno parlamentario consiste en que el pago de los impuestos es la base de la representación política: por ello, la soberanía fiscal y por ende de los ciudadanos, merece una defensa mucho más visible y transparente que la de los intereses financieros privados. De ello depende en buena medida la supervivencia y la legitimidad de las democracias contemporáneas y, precisamente por ello, el debate sobre las deudas públicas no dejará de acrecentarse en el escenario nacional e internacional.
¿Francia y Alemania resucitarán al petroeuro?[1]
Ariel Noyola Rodríguez[2]
Con el argumento de buscar “dinero ilícito”, el gobierno de Barack Obama ha impuesto en los últimos meses fuertes sanciones económicas en contra de entidades bancarias europeas, principalmente de Gran Bretaña, Suiza, más recientemente Francia y, posiblemente, Alemania. Por otro lado, la profundización de la crisis a partir de octubre de 2013, cuando la inflación se ubicó por debajo de 1 por ciento en el conjunto de la Zona Euro, ha echado por la borda las expectativas de recuperación del Fondo Monetario Internacional. El optimismo de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, contrasta con el nivel de precios de apenas 0.50 por ciento, y la tasa de desempleo promedio para el conjunto de países que integran la Unión Monetaria que se mantiene muy cerca de 12 por ciento, según los datos oficiales actualizados a junio de 2014.
Así, en un contexto económico que bordea la deflación y la depresión económica, BNP Paribas, el primer banco de Francia y el segundo mayor de la Unión Europea, se hizo acreedor a una sanción de 8 mil 900 millones de dólares a principios de julio, la mayor multa aplicada a un banco europeo en la historia reciente. Hasta antes de esa fecha, la multa mayor había sido impuesta al Creditt Suisse, cuya sanción fue de 2 mil 600 millones de dólares por una supuesta evasión de impuestos. De acuerdo con la investigación realizada por el Departamento de Justicia estadounidense, mediante complejas operaciones bancarias BNP Paribas violó los embargos que rigen la ley estadounidense y realizó transacciones, entre 2002 y 2009, que involucraron la compra-venta de gas y petróleo por un valor aproximado de 22 mil millones de euros (30 mil millones de dólares), y que fueron efectuadas a través de París, Ginebra y Singapur, procedentes de Sudán e Irán, países que forman parte de la “lista negra” de Estados Unidos.
Por añadidura, el castigo implica la prohibición de realizar operaciones en dólares en cualquier parte del mundo durante los próximos meses. Washington, al poseer el derecho de señoreaje, impone unilateralmente sus condiciones al resto del mundo. El uso estratégico del binomio dólar-Wall Street le ha permitido mantener su protagonismo en los mercados financieros internacionales, aun a pesar del declive gradual de la economía estadounidense en la economía mundial. Por ejemplo, más de la mitad de los préstamos y depósitos transfronterizos son realizados en dólares. Según el último sondeo del mercado de divisas, cuyo volumen de operaciones diarias se calcula en alrededor de 5 billones de dólares; al día de hoy, cerca de 87 por ciento de las transacciones se llevan a cabo en la divisa estadounidense (Financial Times, 1 de julio de 2014).
Adicionalmente, Estados Unidos se da el lujo de castigar de manera implacable a los bancos extranjeros que no se ajustan a los lineamientos de su política exterior. Las sanciones impuestas a BNP Paribas desataron la furia del gobierno de François Hollande en contra del imperio del dólar que, dicho sea de paso, antes del fallo intentó negociar con el gobierno de Obama sin resultados favorables. En respuesta a la ofensiva del dólar, Michel Sapin, ministro de Finanzas francés, declaró la urgencia de diversificar el mercado de divisas. El 3 de julio pasado, en una rueda de prensa en Bruselas, Bélgica, espetó: “¿No debería el euro ser más importante en la economía mundial?” (Bloomberg, LP, 5 de julio de 2014). Días después, en una entrevista con The Financial Times (6 de julio de 2014) reiteró su interés en fomentar el uso de la moneda común europea: “Nuestras empresas están en aprietos porque vendemos mucho en dólares; sin embargo, no siempre queremos tratar con todas las reglas y regulaciones de Estados Unidos”. De este modo, quizá con la mira puesta en llevar a Francia a sumarse a las estrategias de Rusia y China, que buscan desdolarizar gradualmente sus economías, Sapin sentenció que “la Zona Euro tiene que pensar en el papel que le está dando a su moneda y movilizarse para impulsar el uso del euro como moneda de intercambio internacional” (Reuters, 9 de julio de 2014).
Las declaraciones del ministro de finanzas hicieron eco en Christophe de Margerie, presidente ejecutivo de la petrolera Total: “Nada impide que alguien pueda pagar por el petróleo en euros”, dijo a la prensa después de una conferencia dictada a economistas en Aix-en-Provence, Francia (Bloomberg, LP, 5 de julio de 2014). Actualmente, los precios de referencia del petróleo y de las principales materias primas, invariablemente cotizan en dólares; los inversionistas que buscan reducir el riesgo cambiario tienen que hacerlo en el mercado de derivados (swaps, futuros, opciones, etcétera), que opera fundamentalmente en dólares. En este sentido, el uso del euro en lugar del dólar en la compra-venta de petróleo incrementaría la influencia de Europa en el mercado petrolero mundial y sus cotizaciones.
De concretarse, se trataría de la mayor apuesta geopolítica en contra de Estados Unidos desde 2000, cuando el entonces presidente de Irak, Sadam Husein, lanzó el temerario proyecto de valuar las transacciones petroleras en euros, es decir, petroeuros en lugar de petrodólares. Finalmente, a raíz de que los bancos alemanes Deutsche Bank y Commerzbank también están siendo investigados por Washington, cabría la posibilidad de que Berlín uniera esfuerzos con París para apoyar la resurrección del petroeuro.
[1]Texto preparado para la revista Contralínea. Disponible en Web: http://bit.ly/1rVKeDE
[2]Miembro del Observatorio Económico de América Latina del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México