Este documento identifica las principales características de los sistemas tributarios de América Latina en las últimas dos décadas.
Aunque hay una gran cantidad de heterogeneidad entre los países, la presión fiscal ha aumentado en casi todos los casos, y la estructura tributaria en promedio, se ha concentrado más en el impuesto al valor agregado y el impuesto sobre la renta.
Sin embargo, ciertas debilidades estructurales se han mantenido, tales como el sesgo a favor de los impuestos indirectos y el bajo peso de los impuestos sobre la renta, que determina el bajo impacto redistributivo de los impuestos en el plano regional.
Por otra lado, el alto grado de informalidad, el alto nivel de gastos fiscales (o concesiones) y los niveles inaceptables de evasión fiscal han obstaculizado la consolidación de los sistemas fiscales con fundamento en la equidad y la eficiencia.
Dado que los objetivos de la política fiscal se expanden más allá de lo meramente fiscal, se ha vuelto cada vez más importante establecer nuevas pautas para la reforma fiscal en los países latinoamericanos.