Editorial de Arquitectura financiera internacional: Agosto, 2012

Editorial[1]

Agosto, 2012

Japón y Corea del Sur han protagonizado una serie de cruces de espadas que  tensan al sudeste asiático. El panorama es aún incierto pero ha captado la atención mundial.

La disputa entre las dos naciones por un archipiélago deshabitado de terreno volcánico y una superficie de tan sólo 0.21 kilómetros cuadrados, viene desde 1954 y reclama un destacamento de la guardia fronteriza surcoreana. Japón reclama la soberanía sobre ese archipiélago y Corea del Sur se niega a negociaciones. Japón ha querido llevar la disputa a litigio en la Corte Internacional de Justicia en La Haya, pero Corea del Sur ha resuelto a no acceder y ha declarado que el asunto "no merece consideración"[2].

El 10 de agosto el presidente surcoreano Lee Myung-bak visitó el territorio en cuestión; el hecho fue tomado por el cuerpo diplomático de Japón como una ofensa. En respuesta el ministro de Finanzas japonés Jun Azumi, declaró la posibilidad de reconsiderar los términos del acuerdo de intercambio de divisas con Corea del Sur. Esto podría incluir una decisión sobre si extender o no el acuerdo antes de que expire a finales de octubre. El acuerdo consta de un contrato swap por 70 mil millones de dólares; con el objetivo de proporcionar liquidez si alguna nación se enfrenta a una escasez de fondos. Se acordó en el 2008, en un momento en que el won de Corea del Sur sufría turbulencias de la crisis de Lehman Brothers.

Los análisis son diversos y no se tiene aún certeza de los posibles alcances que se darían en caso de que Japón no pacte la renovación de la linea swap. Analistas sur coreanos exponen que aunque Japón no renueve el contrato, sus reservas han pasado de 200 mil millones de dólares, a mediados de la crisis en 2008, a 311 mil millones de dólares al corte del mes pasado. Por otra parte, el superávit en cuenta corriente se amplió a un récord de 5,84 mil millones dólares en junio, lo que ayudó a traer más dólares para el mercado interno. Los analistas coreanos dicen que en las circunstancias actuales, hay pocas posibilidades de que una crisis puede ser provocada por la escasez de dólares. Y por encima de lo anterior, Corea del Sur tiene acuerdos de intercambio con China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático a través del fondo multilateral de apoyo a la balanza de pagos de la Iniciativa Chiang Mai  la cual permite a cada uno de los 13 países miembros*  canjear un monto en moneda local por uno similar en dólares, en una cantidad proporcional a su aporte al fondo. La iniciativa Chiang Mai ya cuenta con un fondo de 240 mil millones de dólares tras su inicio con  60 mil millones. La iniciativa es el intento asiático de crear un contrapeso al FMI.

Los analistas japoneses, por su parte, dicen que mediante el cese de negociaciones entre estos dos países, dentro del contexto de la iniciativa Chiang Mai, podría traer consecuencias a los demás países miembros. También puntualizan que una disminución en las reservas surcoreanas harían más susceptible al won a la inestabilidad europea.

La querella no ha quedado ahí; se han mezclado intereses y orgullos del pasado. Días después de que presidente surcoreano Lee desembarcara en el archipiélago, el cuerpo diplomático japonés exigió una disculpa mediante su embajada en Corea del Sur, a lo que el presidente Lee reviró con la exigencia, al emperador japonés Akihito, de emitir disculpas por los surcoreanos caídos en la guerra de colonización emprendida por Japón contra la península de Corea; el acto fue tomado por todo el pueblo japonés como una ofensa a su Emperador. En consecuencia el ministro de finanzas japonés declaró: "los comentarios y acciones se desvían de cortesía diplomática y no pueden ser desestimados. La expansión del contrato de swap podría ser puesto de nuevo al tablero de dibujo" [3]. Habrá que señalar una vaguedad fundamental: el Emperador Akihito accedió al trono en 1989 y la invasión a la península coreana fue de 1910 a 1945.

Los ánimos entre las dos naciones se han tensado y los unos amenazan a los otros para beneficio de Estados Unidos que sigue teniendo al FED como el prestamista de ultima instancia en el complejo financiero bancario internacional. Baste recordar que en el 2008, el FED sacó a Corea del Sur de la situación en la que se encontraba mediante un swap por 50 mil millones de dólares y que Japón está intentando tener un cierto liderazgo dentro de Asia que sustituya el papel del FED y sea precia al peso de la China.

Corea del Sur ha instalado una flota para evitar que japoneses desembarquen en los islotes. Un representante de la cámara baja japonesa ha declarado: "El acuerdo swap debe ser desechado inmediatamente, y Japón deben vender todos los bonos del gobierno de Corea del Sur que posee. Eso es lo que hace falta para enviar un mensaje claro a la comunidad global"[4].

El won no se ha movido mucho en los últimos días a pesar de los rumores de que Japón recortará la línea de swap en dólares, lo que indica que, independientemente de lo que decida Japón, el impacto podría puede ser limitado.

Japón ha recordado que "el contrato swap se dio en el marco de la crisis de 2008; ahora el panorama ha cambiado y se tiene que actuar con frialdad"[5].

No se conocen las consecuencias exactas si Japón no renueva el convenio. Pero un escenario en que el won se viera debilitado por esta acción no sería nada favorable para Japón ya que según las estadísticas oficiales, Corea del Sur es el tercer mayor socio comercial de Japón, con un comercio creciente. El superávit comercial de Japón con Corea del Sur alcanzó un récord en 2010.

Japón por su parte es el segundo socio comercial más grande de Corea del Sur. En 2011, 1,66 millones de surcoreanos visitaron Japón, lo que representa aproximadamente el 27 por ciento del total de turistas extranjeros en el país. Al mismo tiempo, 3,29 millones de japoneses visitaron Corea del Sur, alrededor de un tercio de los turistas que llegan de ese país.

Y en caso dado de que Japón no realizase el contrato swap, y se desencadenaran tensiones financieras para todo el sudeste asiático, se le podría acusar de creador de éstas. Las ofensas de los unos contra los otros podrían continuar exacerbándose, el panorama luce tenso y viejos hechos rondan la memoria del gobierno y pueblo surcoreano por las muertes y prostitución a los que fueron sometidos por el imperio japonés. Los coreanos se enervan al notar que el Japón se niega a disculparse por los hechos del pasado; lo cual los hace colegir que los japoneses no se sienten arrepentidos de sus actos. Los japoneses se sienten ofendidos por las osadías hacia su emperador y porque los surcoreanos no saben reconocer la ayuda que ellos le dieron a la economía surcoreana en las vísperas de la crisis del 2008, cuando Japón aprobó el aumento de 13 mil millones a 20 mil millones de dólares en el acuerdo swap original durante el crack de Lehman Brothers que desencadenó la crisis financiera.

En la agenda de Japón, China y Corea del Sur se encuentran los trabajos sobre la preparación de un acuerdo para una zona de libre comercio entre los tres; que se espera comiencen a finales de año. Habrá que observar con detenimiento las posturas que se vayan dando entre estas naciones.

 

Notas

[1] Texto redactado con colaboración de Luis David Ramírez Benítez, miembro del proyecto OBELA, Universidad Nacional Autónoma de México: Instituto de Investigaciones Económicas.

[2] Disponible en Web: http://www.latercera.com/noticia/mundo/2012/08/678-479341-9-embajador-ja...

[3] Disponible en Web: http://ajw.asahi.com/article/behind_news/politics/AJ201208180058

[4] Disponible en Web: http://www.japantimes.co.jp/text/nb20120830a1.html

[5] Íbidem