La influencia de la Revolución Conservadora.
Ronald Reagan y Margaret Thatcher desarmaron el edificio del Estado de Bienestar y del modelo keynesiano de gobierno hasta donde les fue posible. Desmontaron el marco regulatorio y le dieron rienda suelta al mercado y especialmente a las finanzas.
Entretanto la famosa “facilitación cuantitativa” sigue botando dinero en el casino financiero sin que los bancos lo utilicen para financiar la innovación o la producción. Es una tragedia que han creado los políticos sin audacia, sin imaginación y sin preocupación real por la población.
Hoy el capitalismo está en bancarrota con las grandes mayorías, quizás con la excepción de China, donde, aunque la desigualdad es enorme, hay millones que ven mejoría económica; el problema es la falta de democracia. Pero al menos, el Estado allá se ocupa de orientar el crecimiento y financiar el desarrollo tecnológico.
En tanto, el problema no es la globalización sino el modelo neoliberal que está siendo aplicado. Hay que diseñar otra globalización que reconozca y proteja los intereses de los débiles.