WASHINGTON, DC ― El gobierno de los Estados Unidos debe eliminar de inmediato las sanciones económicas contra Irán, Cuba, Venezuela y otros países para evitar muertes innecesarias y una propagación más amplia de la pandemia, dijo el economista Jeffrey Sachs, profesor y director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia. Si bien las sanciones ya causan decenas de miles de muertes innecesarias, el número de víctimas mortales durante la nueva pandemia de coronavirus empeorará en países donde las importaciones de medicamentos y equipamiento médico, y el mantenimiento del agua, el saneamiento y la infraestructura de atención médica estén restringidos debido al impacto de las sanciones estadounidenses. Estas restricciones también harán que sea más difícil para las autoridades de salud controlar la propagación de la enfermedad dentro de sus países.
“La administración Trump está utilizando sanciones contra Irán y Venezuela para presionar a esos gobiernos al inducir un sufrimiento generalizado”, dijo Sachs. “Esta política es desmesurada y viola flagrantemente el derecho internacional. Lo que es peor, ahora está alimentando la epidemia de coronavirus. Es imprescindible que Estados Unidos elimine estas sanciones inmorales e ilegales para permitir que Irán y Venezuela enfrenten la epidemia de la manera más efectiva y rápida posible”.
Las paralizantes sanciones económicas contra Venezuela e Irán, y una serie de sanciones dirigidas a Corea del Norte, fueron impuestas unilateralmente por el presidente Trump, gracias a los amplios poderes que tiene el presidente de EE.UU. para imponer sanciones en virtud de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional y la Ley de Emergencias Nacionales. La congresista Ilhan Omar (Demócrata por Minnesota) presentó recientemente un proyecto de ley que reformaría estas dos leyes para restablecer el control y la supervisión del Congreso sobre el poder del presidente para imponer sanciones.
“No hay duda de que la capacidad de Irán para responder al nuevo coronavirus se ha visto obstaculizada por las sanciones económicas de la administración Trump, y en consecuencia la cifra de muertos es probablemente mucho mayor de lo que hubiera sido en condiciones normales”, dijo Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR). “Tampoco cabe duda de que las sanciones han afectado la capacidad de Irán para contener el brote, lo que a su vez provocó más infecciones y posiblemente la propagación del virus más allá de las fronteras de Irán”.
El economista Francisco Rodríguez, un destacado experto sobre la economía venezolana, dijo: “Independientemente de si uno está de acuerdo o no con la justificación inicial de las sanciones económicas, está claro que perjudican gravemente la capacidad de los países afectados para responder a la pandemia global. Esto tiene graves consecuencias sobre la vida de sus ciudadanos y significa un importante riesgo para la salud global”.
Incluso antes de que el coronavirus comenzara a extenderse, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. advirtieron que Venezuela estaba experimentando graves brotes de enfermedades infecciosas y señalaron que había habido “un colapso de la infraestructura médica en Venezuela”, y que “la escasez de agua y alimentos, electricidad, medicinas y suministros médicos contribuyó a una creciente crisis humanitaria”.
“Los estadounidenses son las personas más generosas del mundo en donaciones per cápita a la caridad. En medio de una pandemia mundial, creo que la mayoría de los estadounidenses quieren dejar a un lado la política y hacer todo lo posible para garantizar que todos, donde sea que vivan en este planeta, tengan la mejor oportunidad posible de obtener alimentos, agua limpia, buena higiene y atención médica”, dijo Linda Bilmes, profesoral principal “Daniel Patrick Moynihan” de Políticas Públicas de la Universidad de Harvard. “Eliminar las sanciones es lo correcto por razones humanitarias, y también es lo mejor desde la perspectiva de nuestros propios intereses”.
“En una época de crisis, con decenas de millones de personas en los países afectados en riesgo de contraer la enfermedad y posiblemente morir a causa de ella, la única respuesta humanitaria razonable es suspender las sanciones hasta que pase la amenaza”, dijo Dean Baker, economista del CEPR.
“Si el gobierno de Estados Unidos va a ayudar a otros países, ni se diga ejercer algún tipo de liderazgo durante esta crisis global, lo primero que debe hacer es no hacer daño”, agregó Weisbrot. “Las sanciones económicas que Estados Unidos aplica contra Irán, Cuba, Venezuela y otros países hacen un daño inmenso”.