El Banco Central Europeo parece haber olvidado que una de las funciones que dieron origen a la formación de Bancos Centrales es la de servir como Banqueros del Gobierno, y en sus fundamentos han prohibido el auxilio a las autoridades en problemas.
Bajo el argumento de no poder rescatar gobiernos nacionales, puesto que distorsionaría la disciplina y crearía mayor liquidez, la crisis de algunos de los países ha empeorado, donde precisamente la liquidez y el crédito son la solución.
Mientras la Fed y el Banco Central Inglés si compran deuda gubernamental para abaratar el crédito, en la Unión Europea, la austeridad fiscal retroalimenta las complicaciones presupuestarias y amenaza al dañado sector bancario.
A pesar de que la crisis ha demostrado que es deseable una mayor participación de las instituciones públicas en la economía los ministros y banqueros centrales no dejan de lado sus fundamentos neoliberales que empeoran y atrasan el crecimiento de la región. Leer