Hace más de dos décadas se ha incentivado el comercio mundial guiado por la idea de ventaja comparativa, existen muchos análisis sobre cómo se realizan los flujos de comercio y la importancia que representan para algunas economías, pero se ha dejado de lado que para que el comercio funcione debe existir una sector financiero que lo movilice, lo facilite, y que éste sector juega un papel fundamental en lo que efectivamente encontramos como comercio internacional.