El Informe de brecha de género mundial evalúa los países en función de su capacidad para cerrar la brecha de género en cuatro áreas fundamentales: acceso a atención médica, acceso a educación, participación política e igualdad económica. En los campos de salud y educación, si bien existen brechas críticas en algunos países como Pakistán, Etiopía, Yemen y Benín, el progreso ha sido marcado a nivel mundial con el cierre del 96% de las brechas de salud y el 93% de las brechas de educación en las 135 economías evaluadas en el informe.
El índice del Informe de la brecha de género mundial examina a 135 países, que representan más del 93% de la población mundial, sobre el modo en que se dividen los recursos y las oportunidades entre las poblaciones masculinas y femeninas. El informe mide el tamaño de la brecha de desigualdad de género en cuatro áreas:
- Participación económica y oportunidad: salarios, participación y empleo altamente capacitado
- Educación: acceso a niveles de educación básicos y más elevados
- Participación política: representación en las estructuras de toma de decisiones
- Salud y supervivencia: expectativa de vida y proporción hombres-mujeres
Se ubica a los países nórdicos en los primeros puestos, dado que Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia han cerrado cerca del 80% de sus brechas de género. En la parte inferior del ranking, algunos países todavía deben cerrar sus brechas cercanas al 50%, mientras que más de la mitad de esos países encuestados no pudieron cerrar su brecha económica de género en más del 5% durante los últimos siete años.
En comparación, la brecha económica de género mundial ahora se sitúa en el 60%, mientras que solo se cerró el 20% de la brecha en participación política. A largo plazo, esto refleja una mejora en la situación económica de las mujeres en un tercio de los 135 países encuestados, entre ellos, las cuatro economías más importantes del mundo: EE. UU., China, Japón y Alemania. No obstante, el progreso ha sido lento. Solo nueve países han mejorado en más del 10% durante los últimos siete años y 75 países han mejorado menos del 5%.
Europa domina el ranking anual de los 10 mejores, con Islandia en el primer puesto ya que cuenta con la mejor puntuación general en logros educativos y participación política, seguido por Finlandia, Noruega, Suecia e Irlanda, respectivamente. En los puestos siguientes se encuentran Dinamarca y Suiza. Italia, Grecia y Turquía están en los últimos puestos.
En América del Norte, Estados Unidos cayó cinco puestos y se ubica en la posición 22º debido a un porcentaje menor de mujeres en cargos para la toma de decisiones políticas. Mientras tanto, en Latinoamérica, Nicaragua ocupa el 9º puesto del ranking mundial. Brasil avanza 20 lugares gracias a las mejoras en la educación primaria y a la cantidad de mujeres en puestos ministeriales.
El país asiático mejor ubicado en el ranking es Filipinas, principalmente debido a su éxito en la participación en salud, educación y economía. China, que es el segundo país ubicado más bajo en el ranking según el subíndice de salud y supervivencia debido a una proporción de hombres y mujeres sesgada en el nacimiento, goza de una alta calificación en términos de participación de mano de obra femenina (74%). Japón y Corea del Sur se ubican entre las economías OECD con las calificaciones más bajas. India se encuentra en el último lugar del ranking de economías BRIC, mientras que Pakistán se ubica entre los 10 países con peor calificación con respecto a educación primaria, secundaria y alfabetización.
En el mundo árabe, Emiratos Árabes Unidos continúa en el primer lugar con una participación femenina en economía superior al promedio y paridad en educación. También se incluye una brecha de género inversa en la educación terciaria, donde las mujeres inscriptas triplican a los hombres. Siria, cuyos datos fueron recopilados antes del ataque de la guerra civil, cayó tres lugares y se ubica en el puesto 132, por detrás de Arabia Saudita, que mejoró aproximadamente un 10% con respecto a su puntuación en 2006. Yemen sigue ubicándose en la última posición entre los países árabes, a pesar de su avance desde 2006.
El país del continente africano subsahariano mejor ubicado es Lesoto. Descendió cinco lugares en igualdad salarial por trabajo similar e ingresos percibidos estimados, pero sigue siendo el único país de la región que ha cerrado su brecha de género en logros educativos y subíndices de salud y supervivencia. Forma parte de los 20 mejores con África del Sur, mientras que Mali, Costa de Marfil y Chad son los peor posicionados.