El crecimiento económico de ALC siguió desacelerándose, dado el escaso dinamismo de las economías de América del Sur, marcados por la incertidumbre de la política interna y la caída del precio de las materias primas, se prevé una expansión del PIB regional de apenas 1.3% para el 2014.
Las condiciones de oferta aún son apretadas, por lo que requiere la aplicación de reformas estructurales para elevar la productividad y el crecimiento potencial. Por su parte, la política monetaria y la flexibilidad cambiaria, continúan siendo las herramientas más adecuadas para hacer frente a fluctuaciones cíclicas.
Finalmente, es preciso vigilar los riesgos del sector financiero, dado que la combinación de un crecimiento más débil, un aumento de las tasas de interés en Estados Unidos y tensiones geopolíticas, podría plantear un desafío considerable.