Los planteamientos sobre los que reposa la teórica económica que intentó establecer leyes universales y atemporales, fundamentados en la física newtoniana, son cuestionados, desde diversos ángulos, con mayor firmeza a partir de la crisis de 2008.
Los límites que el método científico ha exhibido, requiere según Soros, del establecimiento de un criterio independiente para juzgar la validez o verdad de las teorías. Lo anterior representa una problemática seria debido a que la lógica de las ciencias sociales no es equiparable a las ciencias naturales cuyos criterios
son independientes al desarrollo de los fenómenos. Dentro de las ciencias sociales, Karl Popper afirma que la interpretación de las personas sobre la realidad no es acorde a la misma, las decisiones de la sociedad no se basan únicamente en el conocimiento sino que contienen sesgos y conjeturas sobre el futuro.
En este sentido Soros analiza, con una postura más acorde a la realidad, los procesos de los mercados financieros, particularmente las burbujas financieras, comparándolo las crisis económico y financieras en curso, concluyendo que este tipo de fenómenos se retroalimentan de factores que abarcan la realidad y de componentes psicológicos que, aunque su dirección y culminación son predecibles, la magnitud y duración de las fases no lo son.
Los postulados teóricos dominantes no fueron cuestionados por las cúpulas académicas hasta 2008 con las crisis de los países desarrollados, particularmente la crisis del euro, explicada por distintas causas que desarraigan la naturaleza del problema. Soros analiza los procesos que consolidaron la regionalización del euro y las causas que están generando las distorsiones de grandes magnitudes, afirmando que la crisis sigue creciendo debido a la falta de comprensión de la dinámica del cambio social.