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El tamaño de la escala (tamaño del país y nivel de población) ha sido un factor relevante en los estudios relacionados al crecimiento y desarrollo económico. En el caso de las naciones más desarrolladas del planeta, sobre todo durante el desarrollo de la época industrial, las escalas grandes contribuyeron a la expansión de la industrialización y como consecuencia a un crecimiento y un desarrollo económico considerables.
El elemento que pudiera explicar la correlación entre escalas grandes y desarrollo económico es el tamaño de los mercados internos, aunado a la presencia de un territorio extenso, así como a estratégicos yacimientos de recursos naturales. El tamaño de los mercados internos contribuyó de manera importante en la acumulación de capital en la etapa pre y monopolista del capitalismo. Durante mucho tiempo se consideró que el mayor tamaño de las escalas era decisivo para el crecimiento y desarrollo económico de los países, e incluso, en algunos casos, constituía el elemento fundamental.
Sin embargo en épocas más recientes han tenido lugar determinadas realidades que muestran que existen economías de escala muy pequeñas que están beneficiándose de un rápido crecimiento y prosperidad económica dada su inserción en el contexto de la globalización. Este es el caso de las economías insulares caribeñas. La historia económica de los últimos 30 años en el Caribe insular da muestras de una transformación profunda de varias de estas economías desde un modelo de desarrollo económico basado en actividades económicas tradicionales a otro sustentado en actividades no tradicionales, principalmente aquellas relacionadas al desarrollo del turismo.
Varios son los ejemplos de transformación exitosa y algunas no tan exitosas en el Caribe insular; sin embargo, parecer existir consenso en relación a la prosperidad alcanzada en esta sub región en general, como consecuencia del desarrollo del turismo y otros servicios de carácter financiero. La pequeñez de las escalas, por una parte, limita la diversificación hacia otras actividades económicas, y, por otra parte, el Caribe insular resulta un atractivo importante al turismo internacional. La conjugación de semejantes realidades pudiera configurar el contexto económico insular caribeño actual y futuro, pero ¿será sostenible? Es una pregunta a la que aún se le debe dar una respuesta objetiva.
Esta pequeñez de la escala constituye una vulnerabilidad marcada dentro del Caribe insular. La misma se añade a aquellas de carácter socio económico, medioambiental y frente al cambio climático. Este último es considerado a nivel global, como el problema más grave que la humanidad deberá hacer frente en los próximos años, aunque en rigor, sus efectos ya tienen diversas consecuencias para el planeta. En el caribe insular los problemas asociados al cambio climático agudizan las vulnerabilidades y dejan menos espacio (y escala) para la implementación de políticas.
El cambio climático, como fenómeno acentuado por el desarrollo de las actividades antropogénicas de los últimos doscientos años, considera una variabilidad significativa del clima cuyos impactos tienen efectos nocivos para la vida en el planeta. Su rasgo más peligroso, según la literatura especializada, es la incertidumbre alrededor de sus impactos, la frecuencia y la intensidad de los mismos. De manera general se observa que las zonas más vulnerables a los impactos del cambio climático, lógicamente, son las que más afectaciones sufren.
El Caribe insular, por sus características físicas y geográficas, es una zona proclive a sufrir afectaciones muy severas como consecuencia de los impactos del cambio climático. Incluso se considera que en este siglo algunas de estas islas pudieran desaparecer del mapa terrestre. En un plazo más corto lo que se puede apreciar en esta área es la presencia, cada vez más frecuentes y más intensos, de desastres naturales con diversas consecuencias negativas para el desempeño socio económico de la subregión.
Se considera que los impactos del cambio climático conllevan a reducir, de manera más pronunciada, el tamaño de las escalas en la zona caribeña insular con efectos nocivos para el crecimiento y la actividad económica, pero también para la vida en estas sociedades. Sobretodo si dichos impactos se suceden como consecuencia, por ejemplo, del incremento del nivel del mar. En ese sentido se pretende en el siguiente trabajo, argumentar la afirmación antes enunciada, tratando de contribuir al estudio de un tema tan complejo y tan importante como es el asociado al cambio climático y sus impactos en el Caribe insular.
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