Los Estados Unidos están atravesando por la peor crisis de bienes raíces desde la Gran Depresión. Caídas del precio de las viviendas del orden de 10%, caídas en el PBI de construcción de viviendas desde el año 2004, un sistema financiero no bancario -fondo de inversión, fondos de cobertura y fondos de pensiones- dañado por la compra de hipotecas en el mercado de derivados y un impacto sobre el mercado de tarjetas de créditos aun no medido, la perspectiva de la economía mayor del mundo aparece poco brillante.