La "actualización del modelo económico" forma parte de un proceso de reformas en la economía cubana iniciado a partir de 2010. La pertinencia de realizar reformas de carácter permanente y estructural, requiere de la reformulación de diversas políticas económicas, entre ellas, la política monetaria y cambiaria.
Pavel Vidal analiza las tres propuestas en materia monetaria y cambiaria: unificación monetaria, mejora de la estrategia de la política monetaria y las transformaciones económicas, considerando los alcances del proceso cubano comparándolo con la reforma Doi Moi de Vietnam iniciada en 1986.
La pertinencia de la comparación radica en que Cuba presenta problemáticas similares a las vividas por Vietnam en función a los modelos económicos utilizados con anterioridad ligados a la Unión Soviética.
Los primeros indicios de la reforma monetaria y cambiaria cubana se centran en la unificación del peso cubano y el peso convertible, el desarrollo de un mercado interbancario, la apertura de créditos personales y para la empresas no estatales así como una mayor coordinación y normatividad en las operaciones monetarias, no obstante existen algunas lagunas en la integración de dichos procesos como en la emisión de bonos del gobierno, la entrada de bancos extranjeros y la flexibilidad de la tasa de interés.