En los dos primeros años del periodo de gobierno de Raúl Castro (2008-2009), la política económica se enfrentó a la desaceleración del crecimiento del PIB. El Boom económico que inició en 2004 se detuvo debido a varios shocks negativos, -entre ellos la crisis global- que hizo visibles las debilidades estructurales del crecimiento en el periodo anterior y dejo ver los errores cometidos en la aplicación de las políticas económicas. En 2008 la economía experimento significativos desbalances tanto internos como externos. En 2009 la política económica trajo un ajuste que permitió restaurar en gran medida los balances, pero no pudo evitar la crisis bancaria. La política económica bajo la dirección de Raúl Castro, ha sido efectiva desde el punto de vista del gasto, lo cual es un paso importante para recuperar la credibilidad y la estabilidad financiera. Sin embargo, hay algunas medidas de estimulo del ingreso y hace cuestionable la política de tipo de cambio fijo. Sin un prestamista de última instancia, no se presentan alternativas viables para una solución en el corto plazo para la actual crisis financiera. Por lo tanto, queda una alta posibilidad para la economía cubana de caer en la estaflación o en recesión, inevitables en este punto para la política económica.