En la Declaración de la Cumbre sobre Mercados Financieros y la Economía Mundial se expresa la creencia compartida de que los principios del mercado, el régimen de libre comercio e inversión y los mercados financieros efectivamente regulados fomentan el dinamismo, la innovación y el espíritu emprendedor que son esenciales para el crecimiento económico, el empleo y la reducción de la pobreza. Se señalan como pasos inmediatos para hacer frente a la crisis y a los desafíos a largo plazo.
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Tomar cualquier acción necesaria para estabilizar el sistema financiero.
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Reconocer la importancia de la política monetaria, en la medida en que se considere apropiado para las condiciones domésticas.
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Usar medidas fiscales para estimular de forma rápida la demanda interna, manteniendo la sostenibilidad fiscal.
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Ayudar a los países emergentes y en desarrollo a lograr acceso al financiamiento, incluyendo instrumentos de liquidez y programas de apoyo. Subrayamos el importante papel del FMI en la respuesta a la crisis, saludamos el nuevo mecanismo de liquidez a corto plazo y urgimos a la continua revisión de sus instrumentos para asegurar la flexibilidad.
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Animar al Banco Mundial y a otros bancos multilaterales de desarrollo a usar su plena capacidad en apoyo de su agenda de ayuda, y saludamos la reciente introducción de nuevos instrumentos por parte del Banco Mundial en la financiación de infraestructuras y de comercio.
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Nos aseguraremos de que el FMI, el Banco Mundial y los otros bancos multilaterales de desarrollo tengan los recursos suficientes para continuar desempeñando su papel en la resolución de la crisis.
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Los principios en los que debe basarse la reforma de los sistemas financieros son, para el G20: Fortalecer la transparencia y la responsabilidad, Mejorar la regulación, Promover la integridad de los mercados financieros, Fortalecer la cooperación internacional y Reformar las instituciones financieras internacionales.
Sobre el último punto, se habla de "la reforma de las instituciones de Bretton Woods de forma que puedan reflejar los cambios en la economía mundial para incrementar su legitimidad y efectividad. En este sentido, las economías emergentes y en desarrollo, incluyendo a los países más pobres, deberán tener más voz y representación. El Foro de Estabilidad Financiera (FSF) tiene que acoger urgentemente a más miembros de los países emergentes, y otras instituciones deberían revisar su participación en breve. El FMI, en colaboración con el FSF ampliado y otras instituciones, deberá cooperar para identificar puntos vulnerables, anticipar peligros potenciales y actuar rápidamente para jugar un papel fundamental en la respuesta a la crisis."
La declaración contiene un Plan de Acción que incluye una lista inicial de medidas específicas para aplicar los cinco principios acordados para la reforma. Para cada principio se establece un plan de trabajo con medidas a mediano plazo y con las acciones de alta prioridad para que se completen antes del 31 de marzo de 2009. Los ministros de Finanzas son los responsables de elaborar y aplicar estas recomendaciones sobre la base del trabajo de instituciones pertinentes, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Foro para la Estabilidad Financiera y los órganos reguladores.
Con respecto a la Reforma de las Instituciones Financieras Internacionales se establecen
Medidas inmediatas para el 31 de marzo de 2009
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El Foro de Estabilidad financiero deberá expandirse a los miembros de las economías emergentes.
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El FMI, con su foco puesto en la vigilancia, y el Foro de Estabilidad ampliado deberán ampliar su colaboración, aumentando los esfuerzos para una mayor integración regulatoria y reacciones dentro de las políticas de prudencia y llevar a cabo conductas de avisos tempranos.
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El FMI, dada su situación internacional y su núcleo de expertos financieros, debería, en una cercana coordinación con el foro y otros, tomar un papel de liderazgo en el diseño de lecciones a partir de esta crisis actual, de forma coherente con su mandato.
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Deberíamos revisar la adecuación de los recursos del FMI, el Banco Mundial y otros bancos de desarrollo, y estar preparados para incrementarlos cuando sea necesario. El Foro debería además continuar con la revisión y la adaptación de sus instrumentos de préstamo, adecuadamente con las necesidades de sus miembros, y revisar su papel de prestamista a la luz de la actual crisis.
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Deberíamos explorar los modos para reestablecer el acceso de los países emergentes y en desarrollo a los créditos y reanudar los flujos privados de capital que son críticos para la sostenibilidad del desarrollo y el crecimiento, incluyendo las inversiones en infraestructuras en marcha.
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En casos donde los severos trastornos del mercado hayan limitado el acceso a la financiación necesaria para poner en marcha políticas fiscales contra-cíclicas los bancos de desarrollo multinacional deberán asegurarse de que ofrecen soporte, tal y como necesitan, a los países con buenos antecedentes y políticas sanas.
Medidas a medio plazo
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Subrayamos que las instituciones de Breton Woods deben ser adecuadamente reformadas de tal manera que reflejen de forma adecuada los cambios de peso en la economía mundial y ser más receptivos con los retos del futuro. Las economías emergentes y en desarrollo deberían tener una mayor voz y representación en esas instituciones.
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El FMI debería realizar una revisión de la vigilancia rotunda y justa sobre todos los países, así como prestar mayor atención a sus sectores financieros integrando las revisiones y la articulación de los programas de evaluación del FMI y el Banco Mundial. Con este fin, el papel del banco del FMI de proveedor de información macrofinanciera deberá ser fortalecido.
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Las economías avanzadas, el FMI y otras organizaciones internacionales deberán proveer de programas de fortalecimiento a los mercados de las economías emergentes y de los países en desarrollo con la formulación y la implementación de nuevas regulaciones nacionales, coherentes con los estándares internacionales.
El G20 acordó, a la vista del papel de la reforma de los sistemas financieros, reunirse de nuevo el 30 de abril de 2008 en Londres para revisar la puesta en marcha de los principios y decisiones tomadas.