El G8 tuvo su reunión anual número 38 del 7 al 9 de Julio de 2008 en Hokkaido, Japón. De la declaración resultante del encuentro1, algunos puntos relevantes aparecen a continuación. En su sección sobre la Economía Mundial:
Se expresa una preocupación por los incrementos en los precios de las materias primas y alimentos y la inflación que puede resultar de esto, sin embargo aseguran tener “la determinación para tomar continuamente las medidas apropiadas, de manera individual o colectiva, para mantener la estabilidad y crecimiento en nuestras economías y a nivel global”.
Por otro lado, frente a las tensiones que existen en el sistema financiero, exhortan a una rápida aplicación por parte del sector privado, las autoridades nacionales y los organismos internacionales, de las recomendaciones hechas por el Foro de Estabilidad Financiera (FSF) en abril del mismo año2
En la declaración aparece también el compromiso del G8 con el ajuste de los desequilibrios globales por lo que promueven que los tipos de cambio de “algunas economías emergentes” se ajusten para corregir los superávit comerciales de dichos países.
Señalan la importancia de la globalización y sus valores de libertad económica, democracia política e instituciones responsables, para el crecimiento económico global y la prosperidad de las economías.
En un punto se “invita” a los organismos internacionales (BM, FMI, OCDE, OMC y OIT) a “aumentar su cooperación y mejorar la coherencia”.
Más adelante se expresa el rechazo al proteccionismo comercial y frente a la inversión en cualquiera de sus manifestaciones, se señala la importancia de concluir las negociaciones de la agenda de Doha y la necesidad de mantener los mercados de capital abiertos.
En su acápite sobre Abusos del Sistema Financiero solamente piden a los países que no lo hayan hecho aún, que implementen los estándares de la OCDE sobre transparencia e intercambio de información en materia de tributación.
La última sección se refiere a las Instituciones Internacionales:
Se señala que “frente a los nuevos retos del Siglo XXI con impactos globales... las instituciones internacionales juegan un papel clave y por lo tanto reafirmamos nuestro compromiso de apoyarlas. Apoyamos el diálogo abierto y el trabajo en curso para reformar y adaptar las instituciones internacionales de forma tal que pueden responder de manera efectiva.”