Según la prensa occidental, Alemania es el principal contendiente para el tercer puesto de economías más grandes del mundo. Sin embargo, según el FMI, la India actualmente posee ese puesto y lo mantendrá por los siguientes años. ¿Qué es exactamente lo que convierte a este país en una posible súper-economía? Podría ser tal vez su alta capacidad productiva, sus distintos proyectos de integración global, o su alta demanda interna.
La India es ampliamente reconocida como una economía emergente debido a su rápido crecimiento económico y su creciente influencia en el escenario económico global. Algunos aspectos son: Tamaño poblacional, crecimiento económico sostenido, sectores de alta tecnología, consumo interno, potencial industrial y finalmente participación en organismos internacionales. Tiene la tasa de crecimiento del PIB más alta del mundo si bien su PIB per capita crece menos.
Es el segundo país más poblado del mundo, con más de 1.3 mil millones de habitantes (noviembre 2023). Dicha población ofrece un mercado interno masivo y es un gran potencial para el crecimiento económico a medida que se incorporan a la fuerza de trabajo la población joven, y con ellos su consumo. Esto está en proceso de desembocar en un crecimiento vertiginoso de la clase media, acompañado del aumento de los ingresos. El resultado es un aumento en la demanda de bienes y servicios públicos y privados. El sector servicios, particularmente la tecnología de la información y la subcontratación de procesos comerciales son dos pilares importantes. Se han convertido ciudades como Bangalore y Hyderabad en centros importantes para la industria tecnológica, que además atraen capitales externos como la reciente expansión de empresas como Nvidia a la India. Esta empresa estadounidense es la propulsora de la inteligencia artificial.
La India posee actualmente una industria de refinación petrolera de proporciones mundiales, que vende internamente, a diferencia del país que mas refina y exporta petróleo refinado, EEUU. Mientras la demanda interna de petróleo esté limitada por el nivel de ingreso per cápita, el uso del carbón seguirá fuerte, seguido por gas natural. Debe notarse que desde el 2016 existe una política de transformación a energías renovables. Lentamente se observa un cambio de su matriz energética mientras exporta mayores volúmenes de petróleo refinado. Es el segundo mayor exportador de dicho energético, solo por debajo de EEUU (Observatory of Economic Complexity). Su principal comprador es Singapur seguido de los Emiratos Arabes. Su matriz exportadora es muy compleja y el petróleo es apenas el 12% del total exportado en 2022.
IMEEC
La llamada “verdadera nueva ruta de la seda”, para EEUU, la India e Israel es el Corredor India, Medio Oriente y Europa, (IMEEC por sus siglas en inglés) consiste en un conjunto de vías de transporte terrestre que va más allá de simple transporte de mercancías y se refiere a una profunda asociación y cooperación económica entre los países incluidos en el proyecto, que son Arabia Saudí, la Unión Europea, la India, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Francia, Alemania, Italia. Además, un auspiciador es Estados Unidos como parte de su competencia con China. Dicho proyecto busca incrementar la actividad económica de todos los involucrados. Esto se supone que beneficiara a la India en el lado importador y lo volvería un contendiente para la iniciativa de la Franja y la Ruta de China (BRI), criticada por occidente como una prueba de la potencia económica China y según occidente una amenaza al Orden Mundial (Cvrk, 2023). La India tiene poco comercio con China a pesar de ser vecinos fronterizos, por su muy antigua rivalidad.
Este proyecto lleva el sello del financiamiento de Washington al mismo tiempo que el gobierno norteamericano tiene grandes dificultades para la aprobación de sus presupuestos crecientemente deficitarios. También tiene el visto bueno de Israel ahora convertido en un invasor de Palestina, convirtiéndose en un proyecto de integración tan altamente ambicioso como poco probable. La India busca mejorar su cooperación económica con Medio Oriente gracias a la larga historia de comercio e intercambios culturales que ha tenido con esta región. Esto hubiera sido una autentica unificadora regional pero el conflicto en Gaza lo ha vuelto imposible. En el año en curso (2023) el conflicto Israel-Hamas pone en duda la viabilidad de los proyectos propuestos y expuestos y oscurece su futuro. Ante su posible fracaso, Turquía ha emergido y propuesto una iniciativa junto con Iraq y Siria de su propio corredor económico, que promete ser más barato y menos susceptible a conflictos geopolíticos. Sobre todo, tiene el rasgo que no conlleva una alta influencia estadounidense ni busca competir con el BRI chino, sino unírsele.
La India se ha vuelto el país de más alto crecimiento en el mundo, sin embargo, hay factores que siguen frenando su desarrollo, como sus conflictos sociales internos, la contaminación derivada de su creciente demanda de carbón, y el rápido aumento poblacional. Aun así, este proyecto le aseguraría a Israel la provisión de gasolina refinada a través de un oleoducto y le generaría más ingresos exportadores al país asiático. Sin embargo, tendrían que superarse las tensiones geopolíticas con los países musulmanes antes de poder hacerlo. Llama la atención que quien hizo el anuncio del proyecto en la Asamblea General de las Naciones Unidas fuera el primer ministro israelí en lugar del primer ministro de la India. Igualmente, que esto ocurriera escasos días previos al inicio del conflicto en Gaza.