El presente texto ofrece una reflexión sobre los resultados de la aplicación de la política económica en Cuba entre el 2011 y la actualidad. Completa un estudio sobre lo logrado y lo que no se ha resuelto, con la estrategia económica prevista en los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados en el 2011.
En la implementación de esa estrategia, los factores externos incidieron -con mucha más fuerza que lo previsto- en el desempeño económico del país, a lo que se sumaron las dificultades internas y los errores en la implementación de la política trazada. Es claro que no se trata de descargar la culpa las dificultades a factores externos, ajenos al control interno; pero tampoco es posible obviar cómo -a pesar de los esfuerzos realizados-, la coyuntura internacional que el país ha debido enfrentar, desde el propio año 2016, no ha permitido avanzar con ritmos de crecimiento suficientes para alcanzar los objetivos previstos en 2016 y 2017.
En el 2016 se informó que se cumplió el 21% de los lineamientos previstos, quedando un 77% de ellos en proceso y un 2% en los que no se pudo iniciar el avance. En rigor, no había otras alternativas para alcanzar un crecimiento económico sostenible a corto plazo, que resultaran mejores en comparación con las propuestas previstas. Cabe recordar que se fijó en el 2011 que la economía debía crecer un 4,4% promedio anual hasta el 2016, tasa solamente alcanzada o superada bajo condiciones excepcionales.