Para 2030, los gobiernos de todo el mundo tendrán que hacer frente a factores críticos cruciales, por ejemplo, el crecimiento demográfico global, que provocará una enorme tensión en torno del suministro de alimento y agua.
Para entonces, casi dos tercios de la población mundial residirá en ciudades, y se espera que el mundo en desarrollo asuma de 75% a 80% de los costos de las adaptaciones requeridas.
Con este estudio, podemos concluir que es necesario adoptar una visión a largo plazo, así como planear y actuar de manera diferente para solucionar los nuevos desafíos sociales y ambientales.