En su más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicado el día 10 de Septiembre, dicha institución proyecto un crecimiento del valor de las exportaciones regionales de tan solo 1,5% (3% en volumen y -1,5% en precio), por su parte las importaciones se pronostica que crezcan en un 4.5% para 2013.
Un punto alarmante que señala dicho informe es que pronostica que el comercio mundial se expanda a un ritmo del 2.5% en volumen para el presente año, con lo que se tiene que este será menor que la expansión del PIB mundial por segundo año consecutivo, lo cual no ocurría desde los años ochenta, que señala dicho documento.
El documento señala que debido el aumento de liquidez que se está llevado en las naciones desarrolladas, tal es el caso de Japón y Estados Unidos ha provocado ciertas externalidad negativas que afectan a las naciones emergentes ya que esto ha desencadenado un gran aumento de la volatilidad de los flujos de capital hacia dichas naciones. Todo esto fue un factor determinante en la apreciación de las monedas de países emergentes, lo que frenó sus exportaciones y promovió las importaciones.
A su vez el informe de la CEPAL resalta la importancia de las negociaciones mega-regionales, que vinculan las principales redes de producción mundiales: Europa, América del Norte y Asia, ya que estas están modificando el panorama del comercio mundial.
Respecto a este tema la CEPAL plantea aprovechar el fenómeno del mega-regionalismo para poder así generar la gestación de redes de producción subregionales y el avance hacia políticas industriales plurinacionales. Con lo que se tiene que la Participación de América Latina y el Caribe en cadenas de valor es vital para dinamizar el comercio regional.
Destacamos la propuesta de la CEPAL del llamado “cambio estructural” que se ha venido presentando a lo largo de sus últimos informes en donde el rol de la modernización de la estructura productiva como proceso que incorpore a las pequeñas y medianas empresas, incentivándolas con crédito barato, acceso a las tecnologías, certificación de calidad, trazabilidad y reducción de la huella de carbono, se enmarca entre los principales desafíos, ya que se cree que estas medidas abrirán un espacio para actualizar los mecanismos de cooperación e integración regional.
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